El Gobierno boliviano asegura mantener el pago puntual de su deuda externa, que alcanzó 13.364,9 millones de dólares en junio de 2024, así como el abastecimiento de combustibles, pese al bloqueo legislativo de créditos ascendentes a 1.667 millones de dólares y el escepticismo de agencias calificadoras.