«Quisiera que volviéramos a tener esperanza en que la paz es posible», así lo refiere el mensaje pascual, leído por el Monseñor Diego Ravelli y ratificado por el sumo pontífice al impartir la bendición apostólica Urbi et Orbi ante la multitud de peregrinos que ocupó la plaza vaticana y sus aledaños el último día de Semana Santa.