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  • Pellín Rodríguez (centro) junto con Roberto Roena (izquierda) y Andy Montañez (derecha) cuando integraban El Gran Combo de Puerto Rico.
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    Pellín Rodríguez (centro) junto con Roberto Roena (izquierda) y Andy Montañez (derecha) cuando integraban El Gran Combo de Puerto Rico.

Entre los 16 y los 18 años de edad, Pellín estuvo en “Los Dandys del 42”, la orquesta “Euterpe”, la “Tropicana” y en el cuarteto de Manuel Jiménez.

Pocas personas le llamaban por su nombre; sencillamente le decían Pellín. Pero era Pedro Juan, el sexto hijo de los diez habidos en la unión de Tomasa y Zenón, nacido y acunado en ese patrimonio musical de Puerto Rico que es Santurce.

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Lo de Pellín está afiliado a su nombre Pedro. Así pasó también con el cubano Pedro Izquierdo, conocido mundialmente como Pello, el Afrokán, pero al de Santurce lo llamaron Pellín.

Ya en la escuela todos sus compañeros y maestros se dieron cuenta de que Pedro Juan cantaba, y muy bien. Igual lo evidenció cantando en la iglesia de la zona. A los 16 años de edad, en 1941, y todavía en Santurce se integró a un grupo musical de su barrio: “El Conjunto Moderno”.

Entre los 16 y los 18 años de edad, Pellín estuvo también en “Los Dandys del 42”, la orquesta “Euterpe”, la “Tropicana” y también en el cuarteto de Manuel Jiménez. Obviamente el joven estaba buscando salida para sus aptitudes.

Sin haber cumplido los 20 años, Pellín se embarcó para Nueva York, Estados Unidos (EE.UU.), y en realidad no le fue mal en esa incursión. Se integró a la orquesta de Norosvaldo “Noro” Morales como vocalista y maraquero, y por si fuera poco también fue corista en los temas que no cantaba él.

Foto: Latina

En Nueva York se encontró nuevamente con Los Dandys del 42 y con ellos fue a estudios de grabación. Igual siguió con Noro Morales y llegó a grabar el “Manisero” de Moisés Simons, con Noro.

Pellín tuvo pasantía por la orquesta de Xavier Cugat y cantó en el famoso Palladium al lado de Tito Puente, Ray Barretto, Machito y Kako.

Es aquí donde entra el tema de los créditos. No se puede saber con exactitud en esa etapa cuántos temas fueron grabados participando en ellos Pellín Rodríguez. El poder mediático de las casas grabadoras sólo daba créditos a los “notables” y en ese tiempo Pellín no lo era.

Y mientras seguía abriéndose paso en el Norte conoció a su esposa, Elba, la madre de sus hijos. En Chicago, ciudad en la que residió durante un tiempo logró compartir con el pianista cubano René Hernández un disco titulado 'El Corazón de Cuba'. Era 1959. La gloria de Pellín se acercaba, lentamente, y con seguridad.

El Combo de Ithier

Pellín decidió retornar a Puerto Rico. En el país del norte no estaba lo que él quería y la nostalgia le picó duro y hondo. Así que con su esposa y sus muchachos retornó a San Juan. Comenzaba 1960. No le faltó trabajo porque Noro Morales también estaba en San Juan y lo llamó a laborar.

Y así estuvo un año hasta que se supo que el Combo de Rafael Cortijo se desintegraba. La prisión de Ismael Rivera y de Rafael Cortijo sellaron la disolución de uno de los grupos más extraordinarios de la música del Caribe en toda su historia.

Rafael Ithier, pianista de Cortijo, decidió armar otro combo. Sabía que jamás sería como el de Rafael Cortijo, pero se animó pues había que trabajar. Es así como surge el Gran Combo de Puerto Rico, en un comienzo bastante cercano al sonido matriz de Cortijo. A ese combo se afilió Pellín.

Foto: Clásica

Ithier necesitaba sacar a flote a ese equipo de músicos, y grabó su primer disco con el sello Gema del cubano residente ya en EE.UU. Rafael Álvarez Guédes. Ese primer disco de El Gran Combo salió con la voz del dominicano Joseíto Mateo.

Para 1962 ya el Gran Combo comienza a escucharse en las radio de Puerto Rico y ya Pellín está integrado en sustitución de Joseíto Mateo y al lado de Daniel Vásquez y el Chiquitin García, quien abandona el grupo y es entonces cuando ingresa otro Rodríguez, Andrés Montañéz Rodríguez, para la gloria, Andy, el niño mimado de Trastalleres, a quien el mismo Rafael Ithier, personalmente, fue a buscar a su barrio de tanto que le habían hablado de aquél prodigio vocal y personal.

La dotación

Luego de la grabación de Joseito Mateo, Pellín tomó la rienda vocal del Combo y grabó dos LP, siempre con el sello Gema. Y fue un lujo el grupo de músicos con el que contó. Ahí estaban Roberto Roena en el bongó, Martín Quiñones en las tumbadoras, Rafael Ithier en el piano y en la dirección, El mágnifico Elías Lopés y Víctor Pérez en las trompetas, y Pellín junto al recién ingresado Andy Montañéz en la parte solista, vocal.

Fue allí cuando reventó, en 1963 “Acángana”, uno de los sucesos discográficos más importantes del Caribe, no solo por la parte musical sino conceptual.

Acángana

En verdad “Acángana” fue una parodia de Chiquitín García a la Crisis de los Misiles Cubanos ocurrida el año anterior (1962). La palabra pretendió ser la onomatopeya de una explosión. Y lo que explotó fue el primer disco de oro de la agrupación boricua.

“Acángana” también supuso un dilema religioso. Después de muerto no se puede gozar significó una herejía feliz en la música del Caribe. Y eso de encontrarse con Martín Quiñones igualmente quedó expresado en “La eliminación de los feos”. Es que en el Caribe la vida se vive, definitivamente, en otra dimensión.

El caballo era pelotero

Para 1964, el Gran Combo alumbró al Caribe con 'Ojos Chinos' de Quito Vélez, y también con el 'Jala Jala'.

También ese año de 1964 Bobby Capó entregó su tema “El caballo pelotero” para que se convirtiera en un éxito de grandes proporciones en la voz de Pellín Rodríguez. Hasta hoy.

Todo se fue convirtiendo es resonantes éxitos para el Combo de Ithier, incluso temas que no llegaron a grabar en discos pues fueron aportes a películas como éste donde aparecen Pellín, Andy, Roberto Roena y al final el inolvidable Martín Quiñones

Pellín y Andy, en combinación feliz seguirían aportando éxitos a El Gran Combo y a las carreras individuales de cada uno de ellos. Para 1965 fue 'El Swing' el éxito del año, esta vez en la voz de Montañéz.

Vendrían luego sucesivas grabaciones, se podría decir sin pena ni gloria hasta que en 1968 se publica el álbum “Tangos” en el que encuentran los temas '¿De qué presumes?', 'En un beso la vida', la 'Milonga sentimental' y la 'Milonga del 900', así como 'Volvió una noche' y 'Por una cabeza', innegables éxitos con los de Ithier a pesar de hacer transcurrido más de 40 años de esas producciones argentinas. Fue una comunión feliz la de la salsa y el tango con El Gran Combo de Puerto Rico.

Al año siguiente fue “Falsaria”, tema cuyo título es realmente “Doble Inconsciencia” y que en realidad pertenece a Manuel Corona, el autor favorito de la extraordinaria cubana María Teresa Vera, (autor también de “Longina” y otras joyas). “Falsaria” se convirtió en otra joya discográfica del Combo de Ithier.

En 1972 Pellín graba por última vez con el Gran Combo. Se trata del álbum donde aparece 'Julia' en la voz de Andy Montañéz.

A partir de ese año y hasta 1976 Pellín se mantuvo grabando, entre otros para el sello Borinquen, y cumpliendo con presentaciones diversas. Contó con arreglistas de la talla de Bobby Valentín hasta que en 1978 fue convocado por la orquesta La Salsa Mayor, de Venezuela, territorio donde era muy querido y recordado.

La Salsa Mayor

Participa entonces en el álbum 'De frente y luchando'. 'Compay, póngase duro', 'Bajo el palmar', y 'No llores' marcaron una nueva territorialidad caribeña para Pellín, quien al año siguiente, en 1979 vuelve con la Salsa Mayor, participando de lleno en ese trabajo discográfico, que siempre le abrió las puertas de Venezuela.

Todo tiene su final

Para 1981 graba Pellín lo que será su último disco solitario en estudio. Le acompañaron grandes como Martín Quiñones en las Congas, Milton Correa en los Timbales, Sammy Ayala en la Percusión y Yayo El Indio en los Coros.

Al tiempo surgió “El Combo del ayer” en 1983. Pellín pudo reunirse con grandes amigos y compañeros de ruta musical y lograron hacer tres álbumes para deleite de un gran público que añoraba ese sonido de Puerto Rico perdido en las faldas de la salsa.

El Combo del ayer

En 1984 Johnny el Bravo organizó un Tributo a Pellín por sus 45 años en la música. Aconteció en el Coliseo Roberto Clemente de San Juan y fue un evento inolvidable para quienes participaron en él.

El 30 de agosto de ese año, estando en Nueva York, Pellín sintió, y se lo dijo a su hermana Alicia, que la vista se le había nublado mucho. Ella, Alicia, se afanó mucho porque tenía conciencia de los derrames cerebrales en su familia, incluyendo el que mató a su padre, Zenón, el padre de Pellín.

En octubre de ese año de 1984, concretamente el sábado 20 de octubre, se presentó Pellín Rodríguez en el Poliedro de Caracas con el Gran Combo del Ayer, en lo que fue todo un éxito musical y de taquilla.

Retornó a Puerto Rico y tres días después sufrió un derrame cerebral, que era lo que temía su familia.

Fue llevado al Hospital Universitario de Río Piedras, y allí rindió tributo a la vida el 31 de octubre de 1984. El pueblo puertorriqueño le rindió honores en nombre de los melómanos caribeños que tanto le aplaudieron.

Detalles

Era un apasionado de la pesca pero no comía pescados.

Fue padre de tres hijos de los cuales uno le salió ingeniero mecánico, otro arquitecto y otro astronauta.

Era muy nervioso, muy inquieto y muy amante de los niños.

Tenía 57 años de edad cuando falleció en 1984. Había nacido en 1926.

Hoy día la calle Providencia en Villa Palmeras, en Santurce, lleva el nombre de Calle Pellín Rodríguez y su busto ya se encuentra en la Plaza de los Salseros junto a inmortales como Rafael Cortijo, Ismael Rivera y Héctor Lavoe, entre otros.


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