• Telesur Señal en Vivo
  • Telesur Solo Audio
  • facebook
  • twitter
  • Haití es un país que importa hasta el 70 por ciento de productos alimenticios, por lo que tampoco escapa a la crisis mundial de combustibles y alimentos.
    En Profundidad

    Haití es un país que importa hasta el 70 por ciento de productos alimenticios, por lo que tampoco escapa a la crisis mundial de combustibles y alimentos.

El primer país independiente de América Latina, proclamado el 1 de enero de 1804, sigue con una gran deuda pendiente.

Una quinta parte de la población haitiana se ha visto forzada a emigrar, impulsada por la desesperación. Estima la ONU que son cerca de 2 millones de personas sufriendo en el intento, el maltrato y el racismo.

LEA TAMBIÉN:

Guatemala. Las penas son de nosotros y el enojo también

El país más pobre de América lleva dos décadas en una profunda crisis, que mantiene a más del 60 por supuesto de su población -de 11,5 millones - malviviendo con menos de dos dólares al día. 

Ayuda humanitaria

A las costas orientales de Cuba, distantes de Haití a 77 kilómetros por mar, llegan sus barcazas tiradas a la deriva por la marea. Aquí son atendidos en el campamento de Punta de Maisí, creado por la Cruz Roja Cubana para migrantes indocumentados, en la década de 1970.

De inmediato son asistidos con agua, alimentación, ropa, hospedaje y cuidados de la salud, a través de un puesto médico en funcionamiento las 24 horas. Sucede igualmente en otros lugares de la región central de Cuba, por donde recalan maltrechas embarcaciones.

La ayuda humanitaria corresponde a las normas internacionales en materia de migración, de la que Cuba es firmante; aunque principalmente se trata de lazos de solidaridad con la sufrida población hermana. 

El retorno es voluntario y se realiza por vía aérea y segura, porque según alegan, Cuba no es su destino. Los migrantes buscan llegar a las Islas Nassau, Bahamas y principalmente a Estados Unidos (EE.UU.), donde la falta de opciones para ser recibidos los ha obligado a buscar refugio en varios países latinoamericanos a los que pueden acceder sin visa.

Ante una oleada migratoria, el secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, dijo en 2021 que el flujo de haitianos "se debe a que Estados Unidos (...) amplió hasta el 2023 el programa TPS", el cual ofrece un estatus de protección temporal a quienes ya están en EE.UU. Pero realmente no hay facilidades para acceder al país.

"Los están engañando", afirmó Ebrard cuando la multitud de migrantes -justamente un año atrás- llegó por vía terrestre a México, atravesando por varios países. En esa ocasión, se registró la entrada de 147.000 indocumentados en solo seis meses. La primera vez en 21 años que superaron la entrada de 200.000 migrantes de variada procedencia, con destino a EE.UU.

Deuda

Todavía está presente la opresión colonial y racial que golpeaba al pueblo negro de Haití cuando Toussaint-Louverture - nacido esclavo- trazó el camino de la primera revolución antiesclavista.

El primer país independiente de América Latina, proclamado el 1 de enero de 1804, sigue con una gran deuda pendiente. Le falta corresponder a la aspiración de los oprimidos de entonces y de ahora, para vivir con dignidad y gozar de sus derechos naturales.

Ahora las crisis concatenan la triste existencia de los haitianos. Las malas cosechas, los desastres naturales, el caos político, el militarismo, la inflación, son lugares comunes para padecer de hambre. 

El terremoto de magnitud 7 acaecido en Haití -el más grave desde 1842 hasta entonces- dejó daños mayúsculos en 2010, que no habían sido superados. Estimaron 316.000 muertos y una cifra superior de heridos, 1,5 millones de personas sin hogar y la destrucción del 60 por ciento de la infraestructura médica.

Por si fuera poco recordatorio, un terremoto de magnitud 7,2 sacudió a Haití la mañana del 14 de agosto del 2021, configurando una situación dramática con graves daños humanos y materiales.

Hasta julio pasado no han parado las penurias. Se calculan más de 31.980 contagios y más de 830 muertes por Covid-19, desde el inicio la pandemia.

Hegemonía del crimen

Más de 20 Gobiernos en 35 años definen la inestabilidad política. 

La Organización de Naciones Unidas (ONU) refiere que la creciente violencia en la nación caribeña contribuye a la inseguridad alimentaria, y existen muchas maneras de demostrarlo, cuando la situación está fuera de control. 

Por ejemplo, más de 500.000 armas circulan en Haití, de las cuales unas 45.000 están legalizadas. Se estima que las armas provienen del principal exportador mundial, EE.UU., cuyo envío a más de 96 países ascendió del 32 al 37 por ciento en el periodo 2016-2020, de acuerdo con los informes del Instituto de Estudios para la Paz de Estocolmo (Sipri, por sus siglas en inglés).

Entonces, el tiroteo entre pandillas por el control territorial, en medio de la capital Puerto Príncipe, mientras prendieron fuego a una iglesia, ya no asombra.

La Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (Binuh) ha reportado un incremento de secuestros a profesionales, agentes de policía, campesinos, hasta vendedoras callejeras con familiares en EE.UU. Piden sumas exorbitantes que pueden llegar hasta los 100.000 dólares estadounidenses, refiere argmedios.com.ar.

En Haití puede suceder lo inverosímil. Por ejemplo, en el 2020 se produjo la coordinación durante una entrega de alimentos en el distrito de Delmas, entre la Policía Nacional y Jimmy Cherizier, popularmente conocido como Barbecue.

Barbecue es el gran organizador del G9. Con nueve principales cabecillas de bandas, tiene su propio canal de YouTube y es capaz de movilizar a sus integrantes armados hasta los dientes, mientras exigen reconocimiento legal en caravana por todo Puerto Príncipe. Sucedió el 7 de julio de 2020, entre tanto pasearon sus vehículos blindados, similares a los utilizados por unidades especiales de la Policía Nacional.

Un informe del Centro de Análisis e Investigación en Derechos Humanos (Cardh) señala que "asistimos a una sociedad cada vez más pasiva, mientras el país está asediado por bandas armadas que siembran el terror, asesinatos, secuestros, violaciones (...). Puerto Príncipe está situado en el sur, el norte y el este".

El director del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en esa nación, Jean-Martin Bauer, se pronunció en igual sentido. "Grandes partes de Puerto Príncipe están controladas por las bandas; los datos que tenemos muestran que la situación en los últimos 90 días ha empeorado... teniendo en cuenta que partimos de un lugar muy vulnerable, con un millón de personas en situación de inseguridad alimentaria aguda en esta ciudad”. 

Haití es un país que importa hasta el 70 por ciento de productos alimenticios, por lo que tampoco escapa a la crisis mundial de combustibles y alimentos. "El contexto es la violencia de las bandas, la gente no puede trabajar, no puede vender sus productos y, al mismo tiempo, los precios de los alimentos están aumentando". 

Añade el representante del PMA que "la inflación de los alimentos ha sido del 52 por ciento, según el Gobierno de Haití y el análisis de la canasta de alimentos".

En lo que va de año, más de 930 personas han muerto víctimas de hechos violentos por enfrentamientos armados entre las bandas. 

El dato ofrecido por el vocero de la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Haití, Jeremy Laurence, enfatiza que la mayoría de los muertos no tienen vínculos estrechos con los grupos armados.

Por ejemplo, en solo una semana, del 7 al 14 de julio del 2022, se reportaron 99 muertes, 135 heridos y 20 desaparecidos. Se conoce además el vínculo de la violencia con el abuso sexual, alrededor de 100 viviendas incendiadas y 2.500 desplazados de su lugar de origen, como consecuencia de tales hostilidades, indica la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas en Haití (OCHA).

La inseguridad prevalece

La crisis política, económica y social se ha recrudecido a un año del asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse, el 7 de julio de 2021. La inseguridad prevalece, como los secuestros y asesinatos. 

“En los últimos años, experimentamos la violencia en todas sus formas y la banalización de la vida, un círculo vicioso que nos destruye”, dijo en un discurso para rendir tributo al gobernante asesinado el primer ministro haitiano, Ariel Henry.

Precisó que no hay solución sino en la democracia, que es una batalla permanente. De igual forma insistió en la necesidad de la celebración de elecciones y del desarrollo. 

“Que el sueño de una nación haitiana reconciliada que llevó el presidente, una nación donde todos los haitianos y todas las haitianas gocen de los mismos derechos y tengan las mismas oportunidades, donde la electricidad está disponible en los 'kay pays' como en las grandes villas, donde el agua riega todas las parcelas, sea realidad”, dijo el primer ministro haitiano. 

La información de Prensa Latina señaló palabras de Henry, “que el país aún está en duelo y necesita respuestas sobre lo sucedido durante la madrugada del 7 de julio de 2021”. “Que el asesinato del presidente Jovenel Moïse, hace un año, fue una muestra de intolerancia e ignominia, prácticas que deben cambiar en la sociedad”.

Honrar al primer país independiente

Cabría preguntarse qué hacer mientras asistimos a la destrucción del hermano país, casi 200 años después de tiranías, saqueos e intervención extranjera.

Durante la Conferencia Internacional para la Financiación de la Reconstrucción de la Península Sur de Haití, el 16 de febrero de 2022, una vez más Cuba afirmó su incondicional ayuda solidaria a Haití.

Cuentan allí más de 6.000 colaboradores médicos cubanos desde que inició la asistencia hasta diciembre del 2021. Consta el auxilio durante los sismos de 2010 y 2021, el tratamiento a los haitianos durante el brote de cólera y la aplicación de más de 1.649.000 dosis de distintas vacunas preventivas.

Contabilizan 36 millones de consultas, de las cuales 9 millones son pediátricas. Los médicos cubanos han asistido en sus partos a 194.000 mujeres haitianas, realizado 721.000 operaciones quirúrgicas y salvado más de 429.000 vidas.

Unos 1.129 trabajadores haitianos de la salud se han graduado en Cuba, 595 estudiantes han terminado estudios superiores en universidades de la mayor de las Antillas y 448.000 haitianos han sido alfabetizados gracias al programa educativo cubano “Yo sí puedo”. 

Igualmente, existe una relación de colaboración en el deporte, la construcción, los recursos hidráulicos, la agricultura, pesca y el medio ambiente. 

Las vacunas cubanas salvaron vidas durante la pandemia de la Covid-19 en Haití. Igualmente, el Gobierno cubano garantiza la inmunización de 24.000 personas en el Caribe, a través de la donación de 72.000 dosis de las vacunas cubanas Soberana 02, Soberana Plus y Abdala, a países miembros de la Comunidad del Caribe (Caricom). Los datos fueron expuestos en el discurso del presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel.  

Una invitación a organismos y naciones del mundo a transferir tecnologías y creación de capacidades para su pueblo. Con el definitivo respeto por la soberanía de Haití, sería una contribución para su desarrollo; solo así honraremos al primer país independiente de América Latina y dejaríamos de mirar con tristeza a sus hijos.


Comentarios
0
Comentarios
Nota sin comentarios.