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    La OMS ha explicado que esta alerta es la máxima que el ente puede activar, lo que orienta a los países a aplicar “los protocolos necesarios con los que intentar contener un brote viral y evitar que se convierta en una pandemia”.

La OPS advirtió que era la primera vez que la viruela símica, desde su detección en humanos en 1970, se propagaba en países fuera de África.

Ante el impacto en el mundo del reciente brote de la viruela del mono, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo declaró, el pasado 23 de julio, como una emergencia de salud pública de importancia internación.

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La enfermedad ha sido reportada en más de 70 países, registrando más de 16.000 contagios y varios fallecidos en naciones de África, territorio donde el virus es endémico.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS), en su momento, advirtió que era la primera vez que la viruela símica, desde su detección en humanos en 1970, se propagaba en países fuera de África.

"Tenemos un brote que se ha extendido por todo el mundo rápidamente, a través de nuevos modos de transmisión, sobre los que entendemos muy poco, y que cumple los criterios del Reglamento Sanitario Internacional", dijo el director general de la OMS, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Declaración de emergencia internacional

La OMS ha explicado que esta alerta es la máxima que el ente puede activar, lo que orienta a los países a aplicar “los protocolos necesarios con los que intentar contener un brote viral y evitar que se convierta en una pandemia”.

De acuerdo con Adhanom, fueron considerados cinco elementos para decidir si este brote constituye una emergencia de salud pública de importancia internacional. Estos son:

- La información proporcionada por las autoridades de las naciones, “que en este caso muestra que este virus se ha propagado rápidamente a muchos países que no lo habían visto antes”.

- Los tres criterios para declarar una emergencia de salud pública de importancia internacional establecidos por el Reglamento Sanitario Internacional, los cuales fueron cumplidos.

- El asesoramiento del Comité de Emergencia, que no llegó a un consenso y el director general de la OMS tuvo que tomar la decisión final.

- Los principios científicos, las pruebas y otra información pertinente, que actualmente son insuficientes y nos dejan con muchas incógnitas

- Finalmente, el riesgo que representa para la salud de las personas, así como la propagación internacional y el potencial de interferencia con el tráfico internacional.

En la última década, han sido varias las enfermedades declaradas como emergencia de salud pública de importancia internacional, entre ellas la poliomielitis (2014), el brote de ébola en África occidental, la infección por el virus del Zika (2016), brote de ébola en la provincia de Kivu Norte, en la República Democrática del Congo (2019); así como la pandemia de la Covid-19 (2020).

Sobre la declaración de la emergencia de salud pública internacional, el director general de la OMS aclaró que, hasta el momento, “se trata de un brote que se concentra entre los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, especialmente los que tienen múltiples parejas sexuales”.

Una de las revistas científicas más reconocidas en el mundo, Nature, en su momento indicó que la financiación con relación a la investigación sobre la viruela símica y su familia Orthopoxvirus debió ser reactivada en 2017, cuando fueron reportados miles de casos en Nigeria.

Recomendaciones ante la viruela símica

Tras analizar la actual situación con respecto a este virus, la OMS calificó que el riesgo de la enfermedad es “moderado a nivel mundial y en todas las regiones, excepto en la región europea, donde el riesgo se evalúa como alto”.

La OMS instó a que todos los países trabajen estrechamente para establecer las estrategias e implementar las medidas necesarias que garanticen la protección de la salud de la población, incluyendo la lucha contra el estigma y la discriminación que pueda surgir a raíz de esta situación.

Entre las recomendaciones del ente sanitario mundial está la ejecución de una respuesta coordinada para detener la transmisión y proteger a los grupos vulnerables; involucrar y proteger a las comunidades afectadas; intensificar la vigilancia y las medidas de salud pública; y acelerar la investigación sobre el uso de vacunas, terapias y otras herramientas.

Algunos de los territorios donde se han registrado más casos de la viruela del mono son Estados Unidos (EE.UU.), España, Brasil, Alemania, Reino Unido, Francia, Canadá, Portugal, Países Bajos, entre otros.


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