Kicillof respondió desde San Bernardo, calificando de «inmorales y miserables» a quienes buscan votos ante el drama.

La reciente ola de inseguridad en la provincia de Buenos Aires ha desatado un enfrentamiento entre el presidente argentino, ultraderechista, Javier Milei, y el gobernador de la provincia, Axel Kicillof. La situación se agravó tras el trágico asesinato de Kim Gómez, una niña de siete años, durante un robo en La Plata.

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Milei descartó cualquier tipo de colaboración con Kicillof, a quien acusó de tener una doctrina «prodelincuentes» y aseguró que su Gobierno podría terminar con la violencia en la provincia en un año.

El mandatario sugirió la renuncia de Kicillof, argumentando que la provincia es un «baño de sangre» y que su visión sobre cómo afrontar el problema de la inseguridad es completamente distinta a la del gobernador.

«Si le interesa el bienestar de los bonaerenses, renuncie y déjenos intervenir la provincia. En un año nosotros vamos a terminar con la violencia», señaló Milei en su cuenta de X.

Igualmente, criticó la postura del gobernador y la vinculó con la doctrina del exjuez de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni. “No se puede trabajar con alguien que cree que los delincuentes son las víctimas mientras nosotros creemos que los delincuentes son los malos y el que las hace, las paga”, expresó Milei.

Por su parte, Kicillof respondió desde San Bernardo, calificando de «inmorales y miserables» a quienes buscan votos ante el drama.

El gobernador pidió a la Justicia que actúe «con todo el rigor» y acusó al Gobierno nacional de quitar fondos destinados a la seguridad. Kicillof también destacó que el área de Justicia y de Seguridad y Asistencia a la Víctima está acompañando a la familia de Kim Gómez en su dolor.

Kicillof subrayó que, aunque la mejor ley esté en vigor, el problema radica en su aplicación. «A quien cometió esta atrocidad ya lo habíamos apresado en febrero y estuvo inmediatamente libre. Tendría que haber estado preso seguramente», afirmó Kicillof.

Además, llamó al presidente Milei a trabajar en conjunto en materia de seguridad y a devolver los recursos a la provincia de Buenos Aires. Kicillof también afirmó que «se tienen que castigar a los responsables» y negó que la solución pase por la baja en la edad de imputabilidad, una medida que impulsa el Ministerio de Seguridad de la Nación. «La respuesta que tiene que haber es el acompañamiento del Estado», agregó.

La tensión entre ambos líderes refleja las profundas divisiones políticas en Argentina y la creciente preocupación por la inseguridad en la provincia más poblada del país.

Mientras Milei y Kicillof continúan su enfrentamiento, la sociedad bonaerense sigue exigiendo soluciones efectivas y duraderas para garantizar su seguridad.

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