Según la Agencia de Noticias Palestina WAFA, los soldados continuamente irrumpen en centros médicos o en locales donde se atienden a heridos, vandalizan el lugar, interrogan a los pacientes y finalmente arrestan a varios de los interrogados.

En horas de la noche de este lunes, las tropas de ocupación israelíes lanzaron una serie de asaltos contra viviendas palestinas en Tulkarem, norte de Cisjordania. La acción concluyó con el arresto de dos civiles y heridas a un joven palestino. Por demás, las ocupantes obstaculizaron el acceso de la ayuda médica a la zona.

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Igualmente, al este de Tulkarem, en Dhinnaba, los ocupantes sionistas allanaron varias viviendas e interrogaron de manera violenta a sus residentes. Medios locales aseguran que se escucharon disparos dentro de las casas de los interrogados. Producto de la campaña de allanamiento, de manera arbitraria, Israel capturó a un supuesto combatiente de la resistencia de 25 años.

Por otro lado, en el Hospital Gubernamental Mártir Thabet Thabet, los soldados sionistas detuvieron a un paciente que había sido llevado al centro médico en ambulancia y se encontraba en emergencias, de la misma forma asaltaron varias salas del hospital e interrogaron forzosamente a varios palestinos convalecientes.

Durante dicho asalto, un grupo de soldados detuvieron violentamente a una mujer palestina, acompañante de un paciente.

Fuentes locales aseguran que este último asalto al Thabet Thaet no fue nada nuevo. Este centro médico y el Hospital de Especialidades Al-Israa son objetivos comunes de las violentas campañas de detención lideradas por los ocupantes.

El medio palestino denuncia que los soldados sionistas tienen por práctica habitual tomar los centros de atención médica y cerrarlos herméticamente sin tener en cuenta la entrada de nuevos suministros al centro de salud o el arribo de pacientes.

En las últimas dos semanas, los soldados israelíes han llevado a cabo una gran invasión en toda la zona de Cisjordania, especialmente violenta y destructiva en Yenín y en su campo de refugiados, pero se ha desplegado en Nablus, Belén, Tulkarem, Tubas y Hebrón.

Se trata de una campaña de limpieza étnica que pretende convertir el territorio en inhabitable y expulsar a toda la población árabe palestina para colonizar las tierras y establecer asentamientos ilegales de colonos israelíes.

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