Unicef: Uno de cada siete estudiantes fue afectado por el clima extremo en 2024
Unicef señaló que este año resultó particularmente devastador, ya que un total de 242 millones de estudiantes, que abarcan desde la educación preescolar hasta el segundo ciclo de secundaria, han sufrido las consecuencias en más de 85 países.- Foto: Unicef.
24 de enero de 2025 Hora: 01:17
Solo este año, las olas de calor provocaron el cierre de escuelas en abril, dejándolas inoperativas para más de 118 millones de alumnos.
Recientemente, Unicef publicó un informe titulado «Learning Interrupted: Instantánea mundial de las interrupciones escolares relacionadas con el clima en 2024», el cual revela la alarmante realidad de que uno de cada siete estudiantes en el mundo ha visto afectada su educación debido a fenómenos climáticos extremos.
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Unicef señaló que este año resultó particularmente devastador, ya que un total de 242 millones de estudiantes, que abarcan desde la educación preescolar hasta el segundo ciclo de secundaria, han sufrido las consecuencias en más de 85 países.
El informe fue lanzado en el Día Internacional de la Educación para enfatizar cómo eventos climáticos como olas de calor, ciclones, huracanes, incendios forestales y tormentas han exacerbado una crisis de aprendizaje que ya existía.
Catherine Russell, directora ejecutiva de Unicef, enfatiza que «los niños son más vulnerables a los efectos de las crisis meteorológicas», que incluyen fenómenos cada vez más severos como olas de calor, tormentas intensas, sequías e inundaciones.
Consecuencias para la educación
Los fenómenos climáticos extremos no solo perjudican la infraestructura escolar y los materiales de enseñanza, sino que su impacto se extiende a la salud mental y física de los estudiantes. Por ejemplo, las altas temperaturas y las inundaciones severas dificultan el acceso a las escuelas.
Russell explica que «los niños no pueden concentrarse en aulas que no les ofrecen un respiro del calor sofocante y no pueden llegar a la escuela si el camino está inundado».
En el contexto actual, donde los sistemas educativos ya son frágiles, el cierre prolongado de escuelas plantea riesgos adicionales, como el abandono escolar, el matrimonio forzado y el trabajo infantil, particularmente entre las niñas, quienes enfrentan desafíos mayores durante y después de estas crisis.
Solo este año, las olas de calor provocaron el cierre de escuelas en abril, dejándolas inoperativas para más de 118 millones de alumnos.
Desigualdades y la necesidad de acción global
El informe revela que el 74% de los estudiantes afectados se encuentra en países de renta baja y media-baja, lo que subraya la urgencia de una respuesta global a esta crisis educativa. Es importante reconocer que las interrupciones escolares no afectan a todos por igual; aquellos en situaciones económicas más vulnerables son los más perjudicados.
Además, se observó que en 2024, las lluvias torrenciales en Italia y España resultaron en la interrupción de clases para cientos de miles de alumnos, con más de 900,000 estudiantes en Italia y 13,000 en España afectados por estas condiciones climáticas extremas.
El informe de Unicef nos recuerda la crítica necesidad de abordar las interrupciones educativas causadas por el clima y la importancia de implementar estrategias que garanticen que todos los niños puedan continuar su educación, independientemente de las adversidades climáticas que enfrenten.
Autor: TeleSUR - MS
Fuente: Unicef - AFP