Los veedores chilenos que participaron el pasado 28 de julio en las elecciones presidenciales venezolanas, entregaron una carta al jefe de Estado de su país, Gabriel Boric, donde rechazan sus declaraciones sobre los comicios.

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De acuerdo con los observadores, tales declaraciones “constituyen una injerencia grave al descalificar la institución soberana de Venezuela en contradicción con la autodeterminación de los pueblos y el derecho internacional, que establece la no intervención extranjera en los asuntos internos de cada país”.

En ese sentido, destacan que semejante postura injerencista se suma a la del Gobierno estadounidense y de sus aliados de la Unión Europea en contra de Venezuela, “en sintonía con los sectores antidemocráticos del fascismo y de la extrema derecha venezolana y mundial”.

Asimismo, destacan que el mandatario Boric ha asumido distintas actitudes, cuando reconoció a los presidentes de facto de Perú, Dina Boluarte, y de Ucrania, Vladimir Zelensky, quien aún no ha convocado a elecciones, a pesar de que ya concluyó su periodo presidencial.

Los veedores afirman que “Chile debe mantener relaciones de respeto de acuerdo con el respeto a la autodeterminación y soberanía de los pueblos y el derecho internacional con todos los pueblos y Estados del mundo”.

De igual manera, reiteran que fueron testigos de un proceso electoral al que calificaron de legítimo y democrático, que otorgó la victoria al presidente Nicolás Maduro.

“Consideramos ineludible nuestro deber de lamentar y rechazar la posición de su gobierno hacia la República Bolivariana de Venezuela y su gobierno y le instamos a respetar la decisión soberana del pueblo venezolano establecida en su ordenamiento Constitucional por sus instituciones”, precisaron.

En el documento, los veedores recuerdan que Venezuela y Chile son países latinoamericanos hermanos y miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).

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