Con un crecimiento proyectado del 6,2 % en 2024 según la Cepal, Venezuela se posiciona como la economía de mayor expansión en la región, impulsada por la producción petrolera y la autosuficiencia alimentaria.

La economía venezolana se perfila como una de las más dinámicas de América Latina, según los datos más recientes de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Al cierre de 2024, el Producto Interno Bruto (PIB) del país sudamericano habría crecido un 6,2 %, una cifra que contrasta con las proyecciones más modestas para otras economías de la región, como Brasil (3,2 %), México (1,4 %) y Colombia (1,8 %).

Para 2025, la Cepal estima un crecimiento del 3,1 % para Venezuela, manteniéndola en el liderazgo regional, pese a las sanciones económicas impuestas por Washington.

El propio Fondo Monetario Internacional (FMI), organismo adverso a Miraflores, también proyecta un crecimiento, aunque es algo más conservador con la cifra y espera que en 2025 la economía venezolana se expanda en un 2,5 %.

Las claves

De acuerdo con la Cepal, el crecimiento de Venezuela en 2024 está fundamentado en un aumento del 16% en la producción de petróleo respecto al año anterior, además de la reactivación de operaciones en empresas petroleras estatales y extranjeras tras la flexibilización de sanciones internacionales.

Por otra parte, la estrategia del gobierno venezolano de apostar por la autosuficiencia alimentaria ha comenzado a rendir frutos. Según el presidente Nicolás Maduro, más del 90 % de los alimentos consumidos en el país durante 2024 fueron producidos localmente.

“Estamos afortunadamente produciendo nuestros alimentos en Venezuela. El margen de crecimiento 2025-2030 es enorme, porque la economía venezolana tiene que basarse en la producción”, señaló Maduro en una reciente alocución, en la que destacó la necesidad de sustituir importaciones y alcanzar la autosustentabilidad total.

Además de la agroindustria, otros sectores como el farmacéutico y el manufacturero han mostrado señales positivas de reactivación.

Esto, sumado al incremento en las remesas y una mayor disponibilidad de divisas, ha permitido financiar el consumo privado y mitigar los efectos de la inflación, aunque esta sigue siendo un desafío importante para el país.

Perspectivas de los ciudadanos

El optimismo parece haber permeado entre la población venezolana, que celebra los avances económicos y mira con esperanza hacia 2025.

Gregorio Muñoz, un ciudadano de Caracas, afirmó: “Venezuela es el mejor país del mundo. Todas las miradas están sobre nosotros, y lo que viene es puro progreso. Creo que muchas empresas extranjeras están interesadas en invertir aquí”.

Por su parte, Vilma Méndez expresó una visión más cautelosa, pero igualmente esperanzadora: “Venezuela está mejorando poco a poco. Hay que tener paciencia”. Otros, como Jesús Rodríguez, destacaron la importancia de la paz y la estabilidad para el desarrollo del país.

En tanto, ante las expresiones de la extrema derecha venezolana de negar los resultados de las últimas elecciones y anunciar que, con el respaldo de Washington, montarán una asunción oficial paralela para el candidato derrotado, Edmundo González Urrutia, Rodríguez señaló “Deseamos paz y tranquilidad, y creo que la tenemos. Aquí estamos felices, y la unión de las familias es nuestro deseo para el próximo año”, comentó.

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