El gobierno venezolano reiteró su compromiso de defender «la verdad histórica» sobre la soberanía de la Guayana Esequiba, un territorio de 160.000 km² en disputa con Guyana, mediante los principios de la «Diplomacia Bolivariana de Paz» y los acuerdos de Argyle (2023) y Ginebra (1966).

Así lo expresó este martes el canciller Yván Gil a través de su cuenta de Instagram, acompañando el mensaje con un video que detalla los avances y desafíos en la resolución del conflicto.

En el material audiovisual difundido por Gil, se resalta el Mecanismo de Argyle, firmado el 14 de diciembre de 2023 por los presidentes Nicolás Maduro (Venezuela) e Irfaan Ali (Guyana), como una herramienta clave para resolver «de forma pacífica» la disputa territorial y marítima.

El acuerdo establece cuatro pilares: solución basada en el derecho internacional, ratificando el Acuerdo de Ginebra de 1966; la prohibición del uso de la fuerza o amenazas entre las partes; creación de una comisión conjunta para el diálogo continuo, incluyendo la delimitación marítima pendiente; y el compromiso de evitar acciones que escalen tensiones.

«Venezuela cumple con Argyle y rechaza las falsas acusaciones sobre incursiones en aguas guyanesas», subrayó el canciller, en alusión a recientes señalamientos de Guyana.

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El video también aborda la crítica de Caracas a la petrolera estadounidense ExxonMobil, acusada de operar en aguas «no delimitadas» con el aval de Guyana. Venezuela calificó estas actividades como una «violación de acuerdos» y una «escalada de la controversia», insistiendo en que la explotación de recursos debe suspenderse hasta definir límites marítimos. «No habrá soluciones unilaterales: este tema se resolverá de manera legal, soberana y sin injerencias», afirmó Gil.

El Acuerdo de Ginebra, suscrito hace 58 años, sigue siendo la referencia central para Venezuela. Este documento reconoce la disputa y establece que ambas naciones deben negociar una solución «satisfactoria y práctica». Caracas insiste en que Guyana ha evadido este marco al otorgar concesiones en el Esequibo sin consenso, mientras promueve un fallo ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), organismo que Venezuela no reconoce como competente en el caso.

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