Una de las agresiones se produjo a escasos metros de la plaza de Al-Sabeen, donde los ciudadanos realizaban su marcha semanal.

La capital de Yemen, Saná, así como las provincias de Hodeidah e Ibb fueron objeto de ataques este miércoles llevados a cabo por la coalición formada por Estados Unidos (EE.UU.), Reino Unido e Israel, dirigidos específicamente contra civiles y estructuras económicas y soberanas, informaron fuentes oficiales.

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Los bombardeos del trío se concentraron en los puertos de Hodeidah, una estación eléctrica y el Palacio Presidencial en Saná.

Como resultado de este ataque, se reportaron numerosas pérdidas humanas, varios heridos y daños materiales significativos que superaron lo que Washington y Tel Aviv habían planteado como objetivo: la destrucción de almacenes y capacidades militares.

Uno de los bombardeos, se produjo a escasos metros de la plaza de Al-Sabeen, donde los ciudadanos realizaban su marcha semanal;  a pesar del peligro, los presentes no se amedrentaron.

Esta agresión fue motivada por los recientes ataques de los hutíes, quienes, en solidaridad con la causa palestina, han llevado a cabo operaciones contra barcos que consideran vinculados a Israel en las costas del mar Rojo desde 2023.

Además, estas acciones han sido recurrentes, perturbando el tráfico en el mar Rojo y en el golfo de Adén, una zona crucial para el comercio mundial, lo que impulsó  a Estados Unidos a establecer una coalición y a atacar objetivos en Yemen, a menudo con la colaboración del Reino Unido, como ocurrió en esta ocasión.

Sin embargo, la agresión tripartita fue respondida con un ataque con misiles y drones contra un portaaviones de EE. UU. y varios barcos de guerra que lo acompañaban en el mar Rojo.

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