Otros cuatro exmilitares chilenos fueron apresados este fin de semana por su presunta responsabilidad en el llamado Caso Quemados, en el cual dos jóvenes fueron rociados con gasolina y quemados en 1986, durante una protesta contra la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

Los nuevos detenidos se suman a otros siete exmilitares a los que el juez especial Mario Carroza procesó el pasado viernes 24 de julio, seis como autores y uno como cómplice del ataque que sufrieron los manifestantes el 2 de julio de 1986.

Rodrigo Rojas, un fotógrafo de 19 años, murió 96 horas después de los hechos a causa de las quemaduras, y Carmen Gloria Quintana, una universitaria de 18 años, logró sobrevivir pese a tener quemado el 62 por ciento del cuerpo.

Tras ser sometidos a ese crimen, los jóvenes fueron llevados por los militares hasta las afueras de Santiago y arrojados a una zanja, de la que pese a sus heridas lograron salir algunas horas después y pedir ayuda.

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El hecho permaneció bajo la sombra durante casi tres décadas, hasta que un exrecluta rompió el pacto de silencio que mantuvo durante todo este tiempo y realizó un crudo relato de los acontecimientos.

Según la agencia EFE, entre los nuevos detenidos está Pedro Fernández Dittus, el oficial al mando de la patrulla que agredió a los jóvenes en un barrio de Santiago y quien ordenó después llevarlos hasta un camino rural en las afueras de la ciudad.

Fernández Dittus, quien en 1993 recibió una condena de 600 días de prisión por cuasi delito (no intencional) de homicidio, fue detenido en la ciudad de La Serena, a 472 kilómetros al norte de Santiago. Las autoridades también detuvieron a los exreclutas Leonardo Riquelme, Juan González y Walter Lara, quienes iban con Fernández en la patrulla el día de los hechos.

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De acuerdo con fuentes policiales, los cuatro arrestados serán puestos este lunes a disposición del Carroza y serán sometidos al mismo proceso que los exoficiales Castañer, Luis Zúñiga, Francisco Vásquez, Iván Figueroa, Nelson Medina y Jorge Astengo.

A su vez, el conductor del camión militar en el que se desplazaba la patrulla, Sergio Hernández, fue procesado en calidad de cómplice de los delitos.