Puede que haya perdido en Iowa ante el senador Ted Cruz en la asamblea partidista del Partido Republicano, pero el tren de Donald Trump sigue rodando y creando a su paso una corriente de fanatismo o, dependiendo de a quién se le pregunte, fascismo que, sin lugar a dudas, ha superado las expectativas.

Apoyar a Trump debe parecer contradictorio para los latinos, teniendo en cuenta que este califica de traficantes de drogas y violadores a los inmigrantes mexicanos, aboga por la deportación de millones de personas que ya se encuentran en EE.UU., e incluso promete construir un muro para evitar la entrada de más migrantes de Centroamérica.

Pero aún así, algunos latinos de EE.UU. apoyan con fervor al equipo Trump.

Una encuesta realizada en septiembre por Washington Post y ABC News reveló que, si bien el 82 % de los latinos tenían una imagen negativa del magnate en bienes raíces, el 15 % lo calificaba de forma positiva.

Asimismo, según un sondeo que realizó MSNBC, Telemundo y Marist, en noviembre, de enfrentarse con la candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton, Trump obtendría el 22 % del voto latino. Podrá parecer un porcentaje pequeño, pero no deja de ser significativo.

A Alex, un ciudadano estadounidense que se mudó de Venezuela con sus padres a finales de los años 90 y que actualmente es un ingeniero informático en el sur de EE.UU., no le gusta el carácter de Trump, no le “cabe duda” de que este causaría una guerra mundial si es elegido presidente y opina que este se expresa de mala manera. Apesar de todo eso, Alex todavía votaría por él.

“La primera razón es porque él hará que la economía crezca, que la economía prospere”, le explicó a teleSUR. “Él ha dirigido un gran número de negocios durante muchos años, y estoy bastante seguro de que, en algún punto, ha sido él quién ha hecho el trabajo; y más adelante asumió un papel de liderazgo para guiar a otros”.

Al igual que otros seguidores latinos de Trump, Alex considera que el favorito republicano ya ha demostrado que creará más empleos; de igual forma, le gusta la postura radical de Trump con respecto al desempleo y las limosnas a los pobres.

“Como una persona que tiene una educación universitaria, pienso que si le das a la gente cupones de alimento, vales de comida y demás cosas para que le den una comida, la gente no querrá trabajar,” explicó Alex. “¿Quieres que las personas coman pescado? Pues no les des el pescado, enséñales a pescar”.

A Alex no le causa rechazo la postura firme de Trump, al contrario, la aplaude al pensar que hará su vida como ciudadano legal más fácil, aún si esta significa la desgracia para otros latinos.

Pero ¿es justo que se le nieguen las mismas oportunidades que se le otorgaron a Alex y a su familia a otros centroamericanos y suramericanos?

“Será mucho más difícil cruzar la frontera ilegalmente y conseguir cosas de forma ilegal; será mucho más complicado. Si ya estás dentro ilegalmente, sí”, afirmó. “Si eres un ciudadano con derecho a votar, claro que votarías por el que aceleraría el proceso para tu familia legal”.

“Yo preferiría imponer restricciones sobre la población ilegal”, declaró.

Parte de la estridente política antiinmigración de Trump ha sido la prohibición de la entrada de musulmanes a Estados Unidos. Esta postura es propuesta de forma positiva en el puñado de grupos de Facebook de latinos que apoyan a Trump; grupos que no tienen más de 1000 seguidores, pero que son un hervidero de xenofobia y racismo.

Por ejemplo, una publicación en el grupo “Latinos for Trump 2016” (latinos que apoyan a Trump para el 2016) felicita a Suecia por su decisión de comenzar a deportar refugiados: “¡BUENAS noticias desde Suecia! ¡Dale “ME GUSTA” si estás de acuerdo con que deporten a esos “refugiados”! ¿Crees que quizás ya sea demasiado tarde? #COMPÁRTELO”.

Una de las personas que comenta en “Latinos Support Trump” sugiere: “Compañeros latinos, debemos empezar a hablar en las organizaciones de noticias y organizar mítines para hacerle frente a los partidarios de los ilegales que se roban los trabajos, hacen que bajen los salarios y traen el crimen a nuestro país”.

Alex coincide en que Trump atrae a personas con opiniones extremistas: “Sí creo que él le gusta a las personas que son muy extremistas”.

“Muchas veces, esos comentarios de odio son de personas con una educación más baja. Es decir, personas cuya única forma de ser mejores que el ciudadano promedio es rebajando al ciudadano promedio para establecerse a sí mismos en una posición más alta”, explicó Alex. “Es aterrador”.

Sin embargo, al final del día, para algunos latinos como Alex, el potencial de Trump de sembrar el caos, básicamente, no les importa; lo que les importa es la impresión de que este puede hacer que se logren las cosas.

“Me gustan sus ideas, me gusta lo apasionado que es y su agresividad para mostrar sus puntos. Mientras muestre que él quiere hacerlo, lo seguiré apoyando”.

“Él está plantándose con firmeza y es lo único que tiene en mente”, afirmó Alex. “Pero no me cae bien; es un imbécil arrogante. Tan sencillo como eso”.