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En declaraciones a la prensa ofrecidas en la noche del miércoles, el jefe de Estado aseguró que ya que se conoce el lugar, este viernes comenzará una operación por aire y mar para localizar los cadáveres de los pasajeros.
Joko ratificó la postura de las autoridades al mando del buque KRI Bung Tomo de la Armada indonesia, encargado de sacar de las aguas la mayor cantidad de cuerpos.
Por otro lado, la agencia de noticias Antara News afirmó que socorristas indonesios recuperaron en la madrugada unos 40 cadáveres probablemente pertenecientes a los ocupantes del avión.
Un total de 60 médicos y 24 ambulancias aguardan en el hospital Sultan Imanudin de Bun Base (Borneo, centro) para hacer los respectivos análisis a los cuerpos.
"Ascenso increíble"
Un empinado ascenso calificado como “increíble” hizo el vuelo QZ8501 de AirAsia antes de estrellarse, según una fuente citada por el Diario de Galicia que habría conocido los primeros hallazgos de la investigación.
Ese dato fue transmitido antes de que el avión desapareciera de las pantallas con las que se controla el tráfico aéreo.
“Hasta ahora, las cifras tomadas por el radar son increíblemente altas. Este ritmo de asesinó es muy alto, demasiado alto. Parece estar por encima de la capacidad del aparato”, dijo la fuente, que no quiso ser identificada.
En todo caso, advirtió que los datos de los que se están sacando estas suposiciones aún están muy incompletos.
Hasta ahora se sabe que el piloto responsable de la nave era un hombre responsable, experimentado y profesional, según sus propios familiares y colegas. Ese y otros motivos hacen que todo siga apuntado al papel que pudo jugar el mal tiempo en el siniestro.
En contexto
El Airbus A320-220 de la aerolínea malasia de bajo costo se estrelló el domingo en el mar con 162 personas a bordo cuando volaba entre Indonesia y Singapur. Seis cuerpos han sido recuperados hasta ahora pero las operaciones de búsqueda estaban suspendidas el miércoles debido a las malas condiciones climáticas.
La única víctima francesa del drama aéreo, el copiloto Rémi-Emmanuel Plésel, tenía 46 años y era originario de Martinica. Había sido ingeniero de la petrolera Total antes de cambiar de profesión en 2012 y ser contratado por AirAsia.
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