El Senado de Italia aprobó el martes con 165 votos a favor y 111 en contra una reforma laboral para atraer la inversión extranjera y dinamizar la economía local; proyecto legislativo que será enviado a la Cámara de Diputados.
La convocatoria hecha por el Primer Ministro, Matteo Renzi, buscó acortar el debate en medio de tensiones; luego de que sindicatos y partidos opositores convocaron a manifestaciones en las calles para rechazar la iniciativa.
"Queremos eliminar el veneno que mata la inversión" señaló el ministro de Trabajo, Giuliano Poletti, en medio de un discurso ante el Senado antes de someter el proyecto de reforma a sufragio.
Aunque no se revelaron los detalles trascendentales del proyecto se sabe que entre el articulado se contempla flexibilizar el despido de trabajadores dentro del sector privado y exenciones fiscales para promover la creación de nuevos puestos de empleo.
La aprobación de la reforma laboral otorga poderes al gobierno para modificar la legislación respectiva durante los próximos meses; factor que permitiría al gobierno de Renzi obtener credenciales de financiamiento ante la Unión Europea.