“Cuba independiente, el 20 de mayo de 1902”

© Por Pablo Virgilí Benítez

Desde la intervención norteamericana en la guerra hispano-cubana en 1898 se frustraron todos los sueños de independencia del pueblo cubano por el que había luchado por más de 30 años.

Se estableció un gobierno interventor de autoridades norteñas que gobernaron la isla a su antojo y la mantuvieron en su poder como siempre habían querido. Pero dadas las circunstancias se convocó en 1900 una Convención Constituyente para redactar y adoptar una Constitución para el pueblo de Cuba.

La Constitución se aprobó el 21 de febrero de 1901. Lo primero que se destacaba es la afirmación de independencia y soberanía de la isla de Cuba. Se adoptó la forma republicano-democrática con la división de los tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial. Con un sistema presidencialista, el poder legislativo quedaba dividido en dos cuerpos: Senado y Cámara de Representantes. El texto recogía derechos individuales y la separación de la Iglesia del Estado, lo que le confería un carácter laico. Principios como la igualdad de todos los cubanos ante la ley y la obligatoriedad y gratuidad de la enseñanza primaria, así como la adscripción a cargo del Estado de los estudios de artes y oficios, la enseñanza media y la superior, eran también de primera importancia.

Se había aprobado una Constitución bajo los principios generales del liberalismo de la época y que establecía las bases avanzadas para la República que debía nacer.

Después de aprobada la Constitución el gobierno de ocupación convocó a elecciones, el 31 de diciembre de 1901 se elegirían los compromisarios y representantes y los miembros de los gobiernos provinciales. El 24 de febrero, los compromisarios harían sus designaciones para senadores, vicepresidente y presidente. La ocupación militar extranjera entraba en su etapa final.

Las elecciones se realizaron y de ellas salió triunfante Don Tomás Estrada Palma que se presentó como único candidato a la Presidencia de la naciente República. El 20 de mayo de 1902, a las 12 del día fue arriada la bandera norteamericana del Morro de La Habana, y una representación de los veteranos de las luchas por la  independencia izó la enseña nacional. Diez minutos más tardes el Gobernador Wood ordenó arriar la bandera estadounidense e izar la cubana en el palacio sede de Gobierno, antigua residencia de los Capitanes Generales. A las 12:20, Tomás Estrada Palma hacía el juramento constitucional: nacía la República de Cuba, el país vibró de júbilo y alegría.

Entre lucidos festejos

Al fin la he visto flotar

Libre y sola, y titilar

De su estrella los reflejos.

Con mis hijos y mi esposa

Clamé a Dios Omnipotente,

Y con entusiasmo ardiente

Y lágrimas en las mejillas,

Nos pusimos de rodillas

Ante Cuba independiente.

Que esta fecha significativa se haya querido borrar de los libros de la Historia no es sorpresa para nadie, de hecho pocos por no decir ninguno se acuerdan de este acontecimiento que sigue intacto en la línea del tiempo. Dígase lo que se diga, piénsese lo que se piense Cuba es libre e independiente desde el 20 de mayo de 1902, que otros digan lo contrario es cosa de incrédulos e irrespetuosos de la Historia, así que recordemos sin miedo al olvido este 20 de mayo “Día de la Independencia”

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