La corrupción : ¿ Es o será un cuarto Poder del Estado ?.
Vemos con como las instituciones tutelares de un estado democrático y neoliberal se convierte en centro de conveniencias, burocracia , inoperancia, retraso, y a su vez una corrupción desmesurada que bordea los cánones éticos de transparencia en la consecución de respuestas que dá un Estado en beneficio de su población, porque el Estado se ha hecho para servir y no para que se sirvan sus altos funcionarios o llamados la alta burocracia.
Es preocupante que se pierdan al año unos 10 mil millones de dólares en pagos, sobornos o coimas a malos funcionarios públicos en agilizar un trámite administrativo, la ejecución de una obra o el proyecto de una un hospital carretera, escuela , caminos viales,etc. Pero yo me pregunto amigos de Telesur . ¿ Será ese mismo Estado cómplice de que esta mega corrupción impere en los tres poderes del Estado ?. ¿ Se habla de una prostitución moral de estas instituciones ? ¿Desde cuando existe los llamados lobies o gestores de intereses ?. ¿Es ético que existan los llamados lobistas que se encuentran en los tres poderes sean estos en el Poder Ejecutivo ,Poder Judicial y Poder Legislativo ?, ¿ De nosotros mismos depende un cambio que esto se convierta en un panorama sombrío o que cambie para bien ?.
Estas complicidades o realidades complejas se dan también en los países denominados del tercer mundo, en España, Francia , Japón, Corea del Sur ( donde hace poco destituyeron de su cargo a su presidenta por actos de corrupción ), pues la corrupción generalizada se origina de los malos funcionarios que los mismos ciudadanos elegir al momento de elegir su voto en las urnas en pleno proceso electoral, la fuga de mentes brillantes y oportunidades laborales por llamarlo asi, hace que muchas personas de bien no encabecen un cargo en este Estado cada día más inoperante.
Estamos pues hacia esa expectativa que los Estados sean estos de derecha o izquierda cómplices por A o B de ciertos actos de corrupción de sus funcionarios sigan dedicándose a estos actos, donde la palabra impunidad le cae como niño al dedo.