Vivimos en una sociedad que constantemente es galardonada con premios a nivel nacional e internacional, y más aún cuando vivimos en el auge de lo que consideramos como patrimonial, este fue el caso de la ‘marimba esmeraldeña’, que por mucho tiempo no fue tomada en cuenta, y ahora recibe su merecido reconocimiento, y no es para menos, el pasado 02 de diciembre entró en la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.

Tanta fue la emoción que en ese momento la cuenta oficial de la UNESCO en español escribió en sus redes sociales como algo; ‘¡Bacán: la música de marimba es ya #PatrimonioInmaterial!Felicidades,#Colombia #Ecuador’, hashtag que fueron utilizados para felicitar a estos países donde es utilizado la marimba desde tiempos inmemorables.

Cabe señalar que la marimba nació a inicios del siglo XVII, en ese entonces aportó a la cultura de los afros una gran importancia musical y religiosa, su folclor se perpetuó en cánticos y bailes tradicionales, donde marcaron como cedes las fronteras de la nueva región colombiana del Pacífico Sur y de la provincia ecuatoriana de Esmeralda.

Quién diría que después que el sombrero de Paja Toquilla fuera declarado como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad el 5 de diciembre del 2012, ahora es el turno de nuestra consolidada y querida marimba, ¿estamos fomentado cultura internacional?

Definitivamente si, recordemos que algunos nativos esmeraldeños conocen a la marimba como ‘piano de la selva’, piano que por mucho tiempo fue invisibilizado y tachado como algo demoniaco por los sacerdotes de la época, donde la alta alcurnia los destruían y lo tiraban al río como algo que no tenía valor simbólico o cultural.

Merecida distinción para la marimba ecuatoriana, que ha sido sobreviviente a posturas ideológicas desde tiempos de antaño, el deber esta cumplido, ahora su apogeo inmemorial vivirá para siempre en la memoria inmaterial de toda la humanidad… ¡Viva la marimba esmeraldeña!