El presidente Evo Morales afirmó el viernes que su gobierno continuará asistiendo a los damnificados por los desastres naturales en todo el país.

Luego de sobrevolar por algunas comunidades afectadas en el departamento del Beni, el Jefe de Estado recomendó que el objetivo principal ante esas circunstancias adversas es salvar las vidas.

Morales afirmó que nunca abandonó el tema de inundaciones y que continuará asistiendo a las comunidades.

Bolivia registra desde hace dos semanas intensas lluvias que provocan inundaciones y desborde de ríos en varias regiones, entre ellas, las más afectadas son Cochabamba, Beni y el norte de La Paz.

Hasta el momento, las inundaciones han dejado un total de 55 mil 645 familias damnificadas, 55 fallecidos, 11 desaparecidos y 39 mil 289 hectáreas de cultivos dañados, según el último informe de Defensa Civil.

El Presidente continúa con su agenda de asistir a los damnificados y recomendó a las autoridades de los municipios afectados evacuar a la gente para evitar más tragedias y pérdidas.

El Gobierno cuenta con la capacidad para asistir con alimentos a los damnificados, aunque reconoció que el problema principal para trasladar la ayuda humanitaria son las condiciones del mal tiempo que impiden concretar el transporte.

Hizo un llamado a los afectados para que con paciencia esperen la llegada de los helicópteros que trasladan cuatro toneladas de alimentos.

Morales dijo que el país no se puede declarar aún en zona de desastre porque el Estado está en la capacidad de atender esas contingencias y no fue rebasado en sus capacidades.