Se desata un nuevo escándalo en la Iglesia católica tras conocerse el arresto de un sacerdote acusado de cometer actos de pederastia. Su detención se suma a la de otras 10 personas por el mismo delito, entre ellos un entrenador de fútbol juvenil y un hombre infectado con VIH.

La aprehensión fue realizada por miembros del cuerpo de los Carabineros del municipio de Brescia (norte) y se desarrolló en las provincias de Bérgamo, Milán, Monza, Brianza y Parma, según informaron medios locales.

Estas 11 personas son acusadas de mantener supuestamente relaciones sexuales pagadas con menores en las regiones de Lombardia y Emilia-Romagna, en el norte del país.

La policía italiana inició las investigaciones en agosto pasado, tras recibir información de que cuatro menores habían sido pagados para mantener relaciones sexuales en autos, en algunas ocasiones estacionados en centros comerciales, o en domicilios privados.

>> Abusos contra menores de un coro de la iglesia católica alemana 

Al parecer la madre de uno de las víctimas vio un mensaje en el teléfono de su hijo de 16 años y fue a denunciarlo a la policía.

El sacerdote arrestado es Diego Rota, párroco que prestaba sus servicios en Bérgamo, tal y como confirmaron las autoridades diocesanas de este municipio italiano en un comunicado publicado en su página web, reseña la agencia de noticias EFE.

"Las graves acusaciones que se le imputan han provocado en el obispo y en la comunidad diocesana estupor, sorpresa y profundo dolor", declararon las autoridades diocesanas en un comunicado.

"Somos conscientes de que situaciones de este tipo crean perturbaciones en muchos y queremos de todo corazón que se establezcan la verdad y la justicia, confiando en el trabajo de aquellos que son llamados a garantizarlas", agregaron.

>> Vaticano expulsa a sacerdote tras revelar su homosexualidad

Además del sacerdote y un entrenador de fútbol, también fue capturado un oficial de policía local, un hombre de 56 años con VIH. Estas personas son acusadas de tener relaciones con cientos de niños de 13 a 17 años.

En contexto

El Papa Francisco ha reiterado que los crímenes por abuso sexual a menores no pueden ser mantenidos en secreto por más tiempo.

“Me comprometo a la celosa vigilancia de la Iglesia para proteger a los menores, y prometo que todos los responsables rendirán cuentas”, afirmó ante los fuertes señalamientos contra la santa sede y algunos de sus miembros vinculados con casos de pedofilia.