El alto consumo de heroína y medicamentos analgésicos opioides han desatado una crisis de salud pública en Estados Unidos. Así lo confirmó este lunes el fiscal general de ese país, Eric Holder a través de un comunicado.

El funcionario explicó que la situación que vive Estados Unidos con respecto a la salud de sus habitantes es considerada urgente y de manera creciente.

Sostuvo que las personas no miden las consecuencias de consumir medicamentos sin ningún tipo de prescripción médica, realidad que a su juicio, es un acto fuera de lugar por parte de una persona consciente de sus actos.

“Cuando nos enfrentamos con el problema del abuso de sustancias, tiene sentido centrarnos en los tipos más peligrosos de drogas. Y ahora, pocas sustancias son más letales que los opiáceos con receta y la heroína”, subrayó Holder.

Según el fiscal general de Estados Unidos, el número de fallecidos por sobredosis de heroína en esa nación, se ha incrementado a un 45 por ciento entre el año 2006 y 2010.

“Está claro que la adicción a los opiáceos (derivados del opio) constituye una crisis de salud pública urgente y creciente”, expresó Holder. Aseguró que los efectos de la heroína es el triste síntoma del abuso de medicamentos con receta.

“La dependencia a la heroína y a otros opiáceos - incluyendo algunos medicamentos analgésicos - afecta las vidas de los estadounidenses en cada región y se resuelve con demasiada frecuencia de manera fatal”, aseveró Holder.

La crisis de salud pública en Estados Unidos se desató tras la muerte del actor norteamericano, Philip Seymour Hoffman, quien perdió la vida presuntamente por ser víctima de una sobredosis de heroína.