El reciente brote de ébola está provocando que Liberia se enfrente a una seria amenaza por su supervivencia, según reconoció el pasado martes el Ministro de Defensa Nacional del país africano, Brownie Samukai.

Asimismo el personal sanitario del país constituye uno de los grupos más vulnerables ante la enfermedad.

La representante especial del secretario general de Naciones Unidas en Liberia, Karin Landgren, aseguró que al menos 160 profesionales de la salud ya han resultado infectados de ébola y la mitad de los mismos ha fallecido.

Además, Landgren avisó que el número de casos y muertes de ébola declarados no refleja la situación real.

El virus se está expandiendo drásticamente, causando la saturación de un sistema sanitario ya débil de por sí.

Actualmente, Liberia no dispone de infraestructura, capacidad logística, nivel de experiencia profesional y recursos financieros suficientes para enfrentarse a la enfermedad de forma eficaz, por lo cual es imprescindible que la comunidad internacional adopte una actitud más seria a la hora de abordar las consecuencias humanitarias.

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