El primero de mayo de 1941 se estrenó en el RKO Palace de Broadway en EE.UU. la cinta El ciudadano Kane (Citizen Kane) dirigida por Orson Welles, película considerada un parteaguas en la historia del cine hollywoodense por su lenguaje narrativo, la puesta en escena, el uso de flash- backs, grandes angulares y largos planos secuencia.

La historia de la película examina la vida y el legado de Charles Foster Kane, un personaje interpretado por Welles y basado en el magnate de la prensa norteamericana sensacionalista William Randolph Hearst, que intentó sabotear el estreno de la película y atacó en sus medios de comunicación la cinta para intentar evitar su distribución. Incluso acusó a Welles de comunista con el fin de desacreditarlo.

Hearst ya había protagonizado algunas controversias en la década de los 30 y se decía de él que había impulsado la invasión en Cuba para incrementar las ventas de sus periódicos. La acción de atacar a este poderoso empresario a través del cine fue una jugada arriesgada de Welles pero salió triunfante de ella.

Welles, que con solo 25 años protagonizó, escribió, dirigió y produjo la película, reflejó en la cinta la relación entre el poder, la corrupción y la ambición pero también mostró la soledad y la falta de amor que afectaban a Kane y que contribuían a forjar su comportamiento.

El personaje de origen humilde es criado por banqueros tras un arreglo de su madre y al comienzo de la película, Kane se muestra a favor de los más humildes pero el poder y la ambición le van moldeando el pensamiento. 

La cinta comienza con la muerte del protagonista, Kane, que fallece en soledad en su mansión de Xanadú, en plena decadencia personal. La última palabra que pronuncia es Rosebud. El misterio de su significado mueve al periodista Jerry Thompson (William Alland) a investigar sobre lo que esconde esa palabra. Thompson reconstruirá la vida, obra y miserias de Kane a través de varias entrevistas pero solo el espectador logra descifrar al final el significado de Rosebud. 

Ciudadano Kane costó 686.000 dólares y aunque su repercusión en taquilla no fue buena, las críticas fueron, desde el principio, entusiastas. La película recibió un Oscar por el mejor guión, elaborado por Herman J. Mankiewicz.