El primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, aseguró este sábado que hará lo necesario para impedir las manifestaciones organizadas en la simbólica plaza Taksim en conmemoración del primer aniversario de las protestas antigubernamentales que sacudieron al país en 2013.

"Los de (el parque) Gezi han convocado una marcha a Taksim. Si van para hacer algo así, perdonen, pero la Policía ha tomado medidas rotundas y hará lo que sea necesario, de la A a la Z", alertó Erdogan en su discurso en Estambul (noroeste) ante miles de partidarios.

"No pueden ocupar Taksim como hicieron el año pasado, ya que deben respetar la ley (...) Si lo hacen, el Estado hará todo lo necesario para garantizar su seguridad", declaró el primer ministro.

Erdogan agregó que "nuestras fuerzas de seguridad recibieron instrucciones claras y harán todo lo que sea necesario", para evitar que esto ocurra.

Para dificultar la congregación, las autoridades locales han interrumpido a partir de las 14H00 hora local (12H00 GMT) de este sábado la mayor parte de las líneas de transporte urbano de Estambul, especialmente los barcos que comunican la parte asiática con la europea.

La simbólica plaza de Taksim, aledaña al parque Gezi, donde las autoridades impiden desde hace un año toda reunión con fines políticos, está rodeada por un fuerte contingente policial y hay excavadoras dispuestas para levantar posibles barricadas.

Hasta el momento, sólo unas decenas de jóvenes se han congregado en la plaza para sentarse a leer libros, en lo que parece una de las numerosas ideas de protesta alternativa que proliferaron el año pasado.

El Gobierno movilizó 25 mil hombres y unos 50 cañones de agua para impedir la manifestación convocada por un colectivo de ONG, sindicatos y miembros de la sociedad civil.