Veinte países árabes y musulmanes protestaron ante el Gobierno de Asutralia por considerar que Jerusalén Este es un territorio “disputado” y no “ocupado” deliberadamente por el régimen israelí.

El rechazo a esta concepción de Australia, se da a raíz del anuncio del fiscal general, George Brandis, a propósito de la decisión del Estado de dejar de referirse a los asentamientos israelíes en Jerusalén Este como territorios "ocupados".

Tras conocer la decisión del Gobierno, el jefe de la delegación palestina en Australia, Izzat Abdulhadi, alertó que muchos países están dispuestos a imponer sanciones comerciales si el Ejecutivo australiano, si no retracta su determinación.

"Creo que a Australia le interesa trabajar con el mundo árabe", dijo Abdulhadi tras señalar importantes vínculos comerciales con el país, como las exportaciones australianas de carne y la comercialización de trigo.

La delegación diplomática, encabezada por la Autoridad Palestina y que incluyó a representantes de Egipto, Turquía e Indonesia, se reunió el miércoles en Camberra con altos funcionarios del Ministerio de Exteriores de Australia, para tratar el asunto.

Varios políticos australianos recordaron al Ejecutivo que votó por resoluciones de la ONU en 2011 y 2012 que acordaban referirse a Jerusalén Este como territorio ocupado y no reconocer su adhesión ilegítima a Israel.