La formación opositora chiita de Bahréin, Al Wefaq, llamó a manifestarse este viernes cerca de Manama con motivo de la celebración del Gran Premio de Fórmula Uno. Este martes, un joven de 20 años murió por la supuesta explosión de una bomba al suroeste de la capital de Bahréin, aumentando la preocupación por la seguridad de la carrera.

Desde febrero de 2011, Bahréin, dirigido por la dinastía sunita de los Al Jalifa, está sacudido por un movimiento de mayoría chiita, que pide democracia y participación ante un sistema monárquico.

En su sitio web, Al Wefaq invitó a sus partidarios a una marcha pacífica de protesta el viernes en la gran avenida de Buday, que comunica varios pueblos chiitas situados al oeste de la capital, Manama. Coincidiendo con los primeros ensayos libres del GP de Bahréin, que tendrá lugar el domingo en el circuito de Sajir, al sur de Manama.

Otro grupo opositor, "el Colectivo del 14 de febrero" llamó a manifestarse en la capital bajo el lema "Impidan el Gran Premio manchado de sangre".

Las autoridades anunciaron este martes un dispositivo para garantizar la seguridad del Gran Premio, que desde 2001 ha estado marcado por manifestaciones de chiitas.

El jefe de la Seguridad Nacional, el general Tark al Hasan, indicó que "se aplicará un plan elaborado minuciosamente" durante los tres días del Gran Premio, para "garantizar el éxito de este acontecimiento deportivo".

El país árabe, aliado de Estados Unidos y las monarquías del Golfo, ha reprimido violentamente durante los últimos tres años las protestas pro democráticas en el territorio. Asimismo, ha impuesto la ley marcial y ha pedido la entrada de tropas saudíes y emiratíes para controlar las protestas y aplastar las manifestaciones.

La oposición ha denunciado las medidas violentas utilizadas por las fuerzas de seguridad y ha afirmado que han fallecido cientos de personas desde el inicio de las protestas a principios de 2011.