El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva negó este lunes que sea objeto de una investigación de la fiscalía por tráfico de influencia para ayudar a grandes constructoras de Brasil a ganar contratos en el exterior, como publicó la semana pasada la revista Época.

En un artículo denominado “las siete mentiras de la portada de Época sobre Lula”, se refuta que el exmandatario fuera un operador de importantes empresas nacionales.

“El exgobernante no es objeto de investigación, ni aparece como sospechoso de una pesquisa del Ministerio Público, así como sus viajes a Venezuela, República Dominicana y naciones africanas no fueron pagados por la constructora Odebrecht”, señala la nota.

Lula da Silva no realiza visitas a otros países para hacer “lobby”, sino para ofrecer conferencias y defender los intereses de Brasil y de sus empresas, destaca.

La revista Época erró en sus exposiciones e intentó inventar teorías sin comprobar con la fuente toda esta fantasía en torno al exdignatario, refleja el articulo del Instituto.

Alertó que la oposición, apoyada por la prensa, intenta involucrarlo en escándalos de corrupción, pues tienen terror de que sea candidato en las venideras elecciones.

Lula iniciará un recorrido por todo el país para defender al gobierno de Dilma Rousseff y silenciar las pretensiones de la derecha de derrocarla con falsos argumentos. “Voy a dialogar con los desempleados, los campesinos, los empresarios y a desafiar a aquellos que no se conforman con el resultado de los últimos comicios y con la democracia”, apuntó.