El expresidente de Uruguay, José 'Pepe' Mujica, expresó su opinión sobre el diálogo nacional que impulsa el Gobierno ecuatoriano en torno a la distribución de la riqueza.

“El órgano más sensible no es el corazón, sino el bolsillo”, fue la frase con la que el exmandatario inició su respuesta sobre al asunto. 

Mujica fue entrevistado por la presidenta de la Asamblea Nacional de Ecuador, Gabriela Rivadeneira, quien se trasladó hasta Montevideo, capital de Uruguay.

Vea aquí→ Distribución de la riqueza en Ecuador: el debate que faltaba en la región

En el intercambio el exmandatario comentó: “naturalemnte cuando intentamos modificar una política fiscal en el fondo debe gravar un poco más al más fuerte, para poder atender mejor al más débil”.

Durante la entrevista publicada en la cuenta de Twitter de la legisladora, el ex jefe de Estado recalcó que el Gobierno debe exigirle al que es poderoso para que ayude a resolver los problemas sociales, sin embargo, advirtió que esto siempre va a generar problemas. 

 “Cuando tu le metes la mano al bolsillo a alguien que tiene mucha plata no te va a decir ¡qué bien señor, viva el espíritu santo!, no, te va a contestar con toda la artillería que tiene”.

A juicio de 'Pepe' Mujica, si no se distribuye mejor la riqueza de la sociedad, la situación se hará inconcebible para los propios ricos, “la violencia social que impone la pobreza termina transformándose en una violencia social que sufre todo el mundo”.

Entérese→ 10 claves para conocer el proyecto Ley de Herencia de Ecuador
 

Finalmente manifestó que el mercado sólo no arreglará el problema de la miseria extrema, pues esa es una responsabilidad del Estado, si ellos no son capaces de mejorar la economía para distribuir mejor la riqueza, “siempre podrá haber una sociedad más rica, pero hay un núcleo de gente que cada vez será más pobre”.

Conozca los beneficios de la ley de Redistribución de la Riqueza en Ecuador

 

Contexto

El Gobierno de Ecuador envió al Congreso el proyecto de Ley de Redistribución de la Riqueza, conocida como Ley de Herencias, con el fin de democratizar los medios de producción en la nación y garantizar el cobro justo del impuesto, pero Correa retiró temporalmente esa iniciativa legal con el propósito de generar un diálogo nacional sobre la desigualdad y la distribución de la riqueza. 

Desde la presentación de ese proyecto, que afectaría, si se aprueba, a menos de 2 por ciento de los ciudadanos, la derecha comenzó a convocar manifestaciones violentas en el país. Demuestran que conspiran dirigidos por voceros internacionales, según el mandatario ecuatoriano, para generar caos en el país.

Más de 98 por ciento de los ecuatorianos no pagaría impuesto a la herencia, sin embargo, esa fue la excusa de la derecha para generar un clima de desestabilización en las calles contra el Gobierno de la Revolución Ciudadana.