Nueva ley hondureña permite derribar aeronaves sospechosas de contrabando
El Ejecutivo hondureño anunció este lunes la entrada en vigor de la Ley de Exclusión Aérea, una iniciativa legal que autoriza a la Fuerza Aérea nacional a derribar cualquier tipo de aeronave civil que sea sospechosa de transportar drogas o estar vinculada al narcotráfico
El vicepresidente del Congreso, diputado Marvin Ponce, informó que la nueva normativa fue aprobada el pasado viernes en un solo debate por 80 de los 128 diputados del parlamento, de mayoría oficialista, en una sesión extraordinaria a la que solo asistieron 81 legisladores.
La implementación de esta ley restringe el sobrevuelo de aeronaves no identificadas entre las 18H00 y 06H00 locales, en una zona de exclusión que incluye los departamentos de Gracias a Dios, Islas de la Bahía, Colón y Olancho (oeste), los más utilizadas por los narcotraficantes.
Asimismo, la Ley establece que las naves no autorizadas para sobrevolar serán sometidas al “uso progresivo de la fuerza”, luego de un proceso de “indagación, interceptación, persuasión, convencimiento y como uso máximo la neutralización definitiva de la amenaza”.
En referencia a esta nueva norma, el ministro de Defensa, Samuel Reyes, afirmó que Honduras cuenta con los mecanismos necesarios para hacer cumplir la ley en mención y “recuperar la paz y la tranquilidad en el territorio hondureño”.
"Al final lo que tenemos que hacer como país es definir nuestras prioridades, y si dentro de esas prioridades está proteger el espacio aéreo hondureño, nuestro espacio marítimo y nuestro territorio, debemos hacer lo que tengamos que hacer para lograr ese objetivo”, acotó.
La agencia EFE reseñó que el territorio hondureño es utilizado por narcotraficantes internacionales que envían cargamentos, especialmente de cocaína, a Estados Unidos, en avionetas y embarcaciones rápidas que navegan por el Caribe.
Honduras registra una escalada de violencia ligada al narcotráfico y es considerado por la Organización de Naciones Unidas (ONU) como el país con más homicidios en el mundo, al alcanzar en el 2012 la cifra de 85 asesinatos por cada 100 mil habitantes.