El presidente de México, Enrique Peña Nieto, admitió que el problema de la criminalidad en ese país no está resuelto, aunque se han reducido en un 25 por ciento los homicidios durante la administración federal.

No obstante, el mandatario mexicano recordó que este es un flagelo presente en el mundo, particularmente en América Latina.

“Pero esa no es una razón para México y su gobierno no se ocupen en darle a los mexicanos condiciones de tranquilidad y seguridad, y estamos en ruta para alcanzar este objetivo con resultados alentadores. Y que, puedo advertir,nos permitirán reducir aún de manera más significativa los niveles de violencia y de homicidios dolosos que son, sin duda, el termómetro vinculante y más ilustrativo de las condiciones de seguridad con las que se mide el mundo”, dijo Peña Nieto durante el foro “reformar para crecer", organizado por el diario El País y el Grupo Prisa, en España.

El jefe de Estado mexicano, dijo que en los últimos años el país ha estado estigmatizado por la condición de inseguridad en algunas regiones. Sin embargo reiteró que “no es un problema extendido; no por ello se deja de reconocer que la criminalidad y la delincuencia común está en todas partes, como lo está en el mundo entero, pero, sin duda, las entidades del país que viven crisis o condición más crítica por la seguridad está claramente focalizada e identificada en el país".

Afirmó que el Ejecutivo conoce los problemas de inseguridad y por ello se ha enfocado en incrementar y implementar planes de seguridad estratégicos para controlar el crimen organizado. Destacó que sigue a diario la situación en Tamaulipas, Guerrero, Nuevo León, Sinaloa y Michoacán, blanco de la violencia por parte de las autodefensas y el narcotráfico.