Dos psicólogos estadounidenses deberán comparecer ante la justicia por su participación directa en los métodos de tortura aplicados por la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA, por su sigla en inglés). 

Se trata de James Mitchell y John Bruce Jessen quienes de acuerdo con la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por su sigla en inglés) han ganado “millones de dólares” por ayudar a la CIA en su programa de tortura. 

A través de un comunicado, la ACLU dio a conocer que los profesionales de la psicología “diseñaron los métodos de interrogatorio de la agencia de investigación y realizaron experimentaciones ilegales con prisioneros para probar y afinar los métodos”. 

Vea aquí las contradicciones en torno a torturas de la CIA

Los delitos cometidos por los “psicólogos torturadores” fueron denunciados en 2014 en un informe que se presentó en el Senado estadounidense sobre los métodos de tortura de la CIA. En esa oportunidad uno de los principales demandantes era el afgano Gul Rahman que murió de frío durante su detención por la institución estadounidense. 

De acuerdo con la ACLU, en el informe del Senado, John Bruce Jessen formaba parte del equipo que torturó a Rahman, quien falleció víctima de hipotermia, deshidratación, falta de alimento y una inmovilidad obligada debido a un “encadenamiento”.

Sin embargo, los psicólogos insisten en que su programa de interrogatorio estaba basado en la ciencia y que era seguro y listo de usar, tesis que resulta contradictoria con los signos de tortura que padecen las víctimas de la CIA.