Cerca de diez mil agentes policiales y de seguridad, así como equipos paramédicos se encuentran desplegados en la capital italiana, donde grandes zonas permanecerán cerradas al tráfico de este domingo por la ceremonia de canonización de los papas Juan XXIII y Juan Pablo II.

Se estima que la operación de seguridad liderada por el alcalde Ignazio Marino costará cerca de 10 millones de dólares.

Peregrinos de diversas partes del mundo ya se encuentran en los alrededores de la Plaza de San Pedro en El Vaticano a pocas horas del comienzo de la ceremonia de canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII.

De Polonia han llegado en trenes durante la noche del sábado y muchos de ellos han pasado la noche orando en las iglesias romanas que están especialmente abiertas por esta cobertura.

Las autoridades de El Vaticano calculan que más de un millón de personas presenciarán la ceremonia, dentro y fuera de la plaza de San Pedro, en la que declararan a santos a estos pontífices.

Pese a que la Basílica de San Pedro no podrá albergar a todos los visitantes, eso no impide que sean parte de la ceremonia ya que se han instalado 18 enormes pantallas de televisión por toda Roma, con una presencia reforzada de equipos de policías y paramédicos.

Benedicto XVI vive ahora en el retiro, pero estará presente en la misa de canonización, que está prevista que comience a las 08:00 GMT.

Canonización de Juan XXII y Juan Pablo II alienta la fe católica

Juan XXIII (1958-1963), elegido para ser un pontífice de transición, se convirtió en un papa revolucionario para la Iglesia al convocar el Concilio Vaticano II y en el "papa bueno" venerado por los fieles.

En tanto, el papa Juan Pablo II (1978-2005), quien fue santo por aclamación popular y conocido como "papa de los récords", con sus 26 años de pontificado y 104 viajes fuera de Italia, también tuvo el proceso de canonización más rápido de la historia y será santo sólo nueve años después de su muerte, el 2 de abril de 2005.

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