Millones de personas se quedarían sin agua en Estados Unidos tras el descenso del ambalse de agua dulce más grande de ese país. Se trata del lago Mead, una represa que surte a unos 40 millones de personas de Las Vegas, Nevada  y Arizona.

Las autoridades de Estados Unidos han anunciado que las reservas del Mead están en mínimos históricos, lo que supone un gran peligro para millones de personas en la parte occidental del país. 

De acuerdo con una nota publicada este miércoles en el periódico “Las Vegas Review-Journal” en los últimos meses el nivel de agua ha caído 329,2 metros sobre el nivel del mar. 

Profesionales de la meteorología pronosticaron que al cierre de 2015 el nivel de agua del embalse podría caer hasta los 327 metros sobre el nivel del mar al tiempo que advirtieron que si la situación no mejora a inicios de 2016, los estados de Colorado, Nevada, Arizona y California tendrán que reducir drásticamente el consumo de agua.

A principios de abril de 2014 un estudio de la Universidad de California (sur de EE.UU.) reveló que más de un millón de californianos no tiene acceso al agua potable, mientras que otros que habitan en zonas rurales tienen que comprar el líquido embotellado debido a la contaminación que existe en los embalses naturales y artificiales de ese país. 

Por la situación, las autoridades de California comenzaron a restringir el uso del agua ante la persistente sequía que azota al estado más rico de Estados Unidos.