La estrella de la Asociación Nacional de Baloncesto de Estados Unidos (NBA por su sigla en inglés), LeBron James, criticó el racismo que permanece en Estados Unidos luego de que una insinuación racial fuese pintada con espray en su mansión.

"Ser negro en Estados Unidos es difícil", declaró James, quien acotó que todavía "tenemos un largo camino por recorrer como sociedad para nosotros los afroamericanos hasta que nos sintamos iguales en Estados Unidos". 

El cuatro veces Jugador Más Valioso de la NBA James habló este miércoles en Oakland en vísperas de la final de la NBA entre su equipo, el campeón defensor Cleveland Cavaliers, y los Golden State Warriors. 

James fustigó que aún se produzcan estos hechos en pleno siglo XXI, e indicó que la situación es peor para las personas de color.

"Esto solo muestra que el racismo siempre será parte del mundo, parte de Estados Unidos, y que el odio, especialmente para los afroamericanos, se sigue viviendo todos los días", manifestó. 

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La Policía informó que la propiedad de LeBron en Los Ángeles, fue vandalizada este martes, pero el jugador dijo que lo más importante era que su familia, que se encontraba en su casa en Ohio en el momento del incidente, está a salvo. 

El caso es investigado por la Policía de Los Ángeles. Mientras tanto James se enfoca en el primer encuentro de la final de la NBA contra Golden State, que se disputará este jueves.

"Estoy en un punto donde mis prioridades están definidas. El baloncesto viene en segundo lugar a mi familia y después de lo que hago por mi fundación y juventud", subrayó.