La crisis que enfrenta el sistema de salud pública en Estados Unidos, se traduce a largas colas que no solo afecta a las clases más humildes, sino a los veteranos adscritos al servicio que ofrece el Ejército estadounidense.

De acuerdo con un informe presentado por el Departamento de Asuntos de los Veteranos de los Estados Unidos (VA, por su sigla en inglés), cerca de 115 días tuvieron que esperar los beneficiarios de esa dependencia para ser atendidos por los médicos en Arizona (suroeste).

“Hemos realizado una serie de investigaciones que confirman los problemas de programación inadecuadas en todo el sistema de atención de salud, así como la aplicación de prácticas inapropiadas”, dijo el inspector general de esa dependencia, Richard Griffin.

De esta manera, las denuncias realizadas por los veteranos cobran mayor fuerza con el informe presentado por la VA, ya que la demora para ser vistos por un profesional de la salud se ha convertido en un gran problema para esa población.

“Estos pacientes corren el riesgo de ser olvidados o perdidos en el proceso de programación complicado de Phoenix HCS y como resultado no pueden obtener una cita clínica solicitada o requerida”, advierte la comunicación.

Desde hace varios años, muchos veteranos han manifestado su inconformidad por los servicios que presta VA en todo el territorio estadounidense.

Por tanto, los beneficiarios aseguran que el retraso en los tratamientos, las muertes prevenibles y los registros falsificados en los hospitales afiliados al VA, continúan registrando cifras alarmantes.

En mayo del 2014, el Gobierno del presidente Barack Obama recibió fuertes críticas por parte de senadores estadounidenses, por irregularidades dentro de los servicios médicos que le han quitado la vida de unos 40 excombatientes en Arizona (suroeste).