El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, acudió este martes a los actos fúnebres del exfutbolista Edson Arantes do Nascimento, Pelé, quien fue velado en el estadio Urbano Caldeira, mejor conocido como Vila Belmiro, que pertenece al club de Santos.

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Se trata del primer compromiso oficial fuera de Brasilia del mandatario, que asumió el poder el pasado 1 de enero. 

Lula envió el lunes una corona de flores en honor a Pelé. “Nuestro más sincero homenaje al gran brasileño, nuestro rey Pelé”, escribió en una tarjeta el presidente, gran admirador del exfutbolista.

La leyenda deportiva brasileña, quien falleció el jueves pasado a los 82 años, fue enterrado en el Memorial Necrópolis Ecuménica, en ciudad Santos (Sao Paulo), reconocido como el cementerio vertical más alto de mundo.

Tras una ceremonia privada solo para sus seres más cercanos, los restos de la leyenda del fútbol reposan en un área especial del primer piso de un edificio de unos 200 metros cuadrados del camposanto para facilitar el acceso a quienes quieran rendirle homenaje.

Anteriormente, una procesión acompañó el cuerpo de O Rei del estadio al mausoleo junto con sus familiares y amigos.

Más de 230.000 personas pasaron por el estadio para despedirle. En un camión de bomberos y arropado por la multitud, el féretro recorrió durante casi cuatro horas la ciudad en la que hizo historia y donde él mismo quiso ser enterrado.

Pelé nació el 23 de octubre de 1940 en Minas Gerais y debutó como futbolista profesional en 1956 en el Santos, donde jugó hasta 1974. El otro club por el que pasó fue el New York Cosmos de EE.UU., entre 1975 y 1977. Mientras que con la selección brasileña fue tricampeón del mundo.