En la más reciente masacre del Ejército de ocupación israelí contra un campo de desplazados en Rafah la noche del domingo se utilizaron municiones fabricadas en Estados Unidos, según un análisis de medios de prensa estadounidenses, divulgado este miércoles.

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Al menos 45 personas murieron y más de 200 resultaron heridas después de que se produjo un incendio tras el ataque del ejército israelí en las afueras de la ciudad más meridional de Gaza, la mayoría de ellos mujeres y niños, según el Ministerio de Salud de Gaza y médicos palestinos.

Las imágenes obtenidas por medios de prensa locales mostraron zonas del campamento en Rafah en llamas, con decenas de hombres, mujeres y niños tratando frenéticamente de encontrar refugio ante el asalto nocturno. Los rescatistas sacaban de entre los escombros cuerpos quemados, incluidos niños.

La escalada de ataques de Israel en Rafah –donde unos 1,3 millones de palestinos fueron obligados por Tel Aviv a desplazarse antes de que Israel comenzara su operación allí– ha provocado una rápida condena internacional, y agencias de las Naciones Unidas, grupos de ayuda y múltiples gobiernos han pedido a Israel que detenga inmediatamente su ofensiva.

En imágenes obtenidas en la escena del ataque del domingo en Rafah, cuatro expertos en armas explosivas identificaron la cola de una bomba de pequeño diámetro (SDB) GBU-39 de fabricación estadounidense.

La GBU-39, fabricada por Boeing, es una munición de presunta alta precisión “diseñada para atacar objetivos puntuales estratégicamente importantes” y provocar pocos daños colaterales, dijo el martes a un medio de prensa estadounidense el experto en armas explosivas Chris Cobb-Smith, quien justificó lo que hizo Israel diciendo que “el uso de cualquier munición, incluso de este tamaño, siempre implicará riesgos en un área densamente poblada”.

Sin embargo, el presidente estadounidense Joe Biden no está alterando su política hacia Israel, sugiriendo que el mortal ataque de Rafah aún no había cruzado una línea roja que obligaría a cambios en el apoyo estadounidense, a pesar de que dijo en una entrevista con CNN a principios de este mes que no permitiría ciertos Se utilizarán armas estadounidenses en una gran ofensiva en Rafah.

 Estados Unidos ha sido durante mucho tiempo el mayor proveedor de armas a Israel, según datos del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI), y ese apoyo ha continuado a pesar de la creciente presión política sobre la administración Biden por la ofensiva en Gaza.

El mes pasado, Biden firmó un proyecto de ley de ayuda exterior que incluía 26.000 millones de dólares para el genocidio sionista, incluidos 15.000 millones de dólares en ayuda militar israelí, 9.000 millones de dólares en ayuda humanitaria para Gaza y 2.400 millones de dólares para operaciones militares regionales de Estados Unidos.