El Servicio Secreto y la Guardia Nacional de Estados Unidos (EE.UU.) organizan un gran despliegue militar para garantizar la seguridad durante la transición del poder presidencial mañana 20 de enero al Joe Biden, como nuevo inquilino de la Casa Blanca. 

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El Servicio Secreto, como el encargado principal de la seguridad durante la toma de posesión, lanzó un plan que incluye duras restricciones de acceso a Washington D.C (capital).; la cual estará circunscripta bajo un perímetro de "zona verde", de máxima seguridad. 

Por su parte, la Guardia Nacional informó que más de 25.000 efectivos apoyan a las fuerzas del orden a nivel federal y distrital para conseguir un clima de tranquilidad durante el traspaso de poder, que pone fin a los cuatro años del republicano Donald Trump como presidente. 

Con el mencionado operativo se espera que no se repitan los sucesos registrados el pasado 6 de enero, cuando seguidores del presidente republicano asaltaron el edificio del Capitolio, sede del Congreso, para denunciar un supuesto “fraude” electoral en las elecciones del pasado 3 de noviembre. 

Por otro lado, fuentes cercanas al Pentágono han revelado que Trump pretende celebrar una ceremonia de despedida oficial con las Fuerzas Armadas, con desfile militar, similar a las recepciones de Estado que vivió durante sus visitas al exterior en calidad de presidente. 

No obstante, una persona familiarizada con el asunto, afirmó que el Departamento estadounidense de Defensa o Pentágono había denegado la solicitud de Trump a tener una “despedida al estilo militar”, la cual se celebraría en la base militar Andrews, ubicada cerca de la capital estadounidense, Washington D.C., en el estado de Maryland (este), y para la que se han repartido invitaciones oficiales.