Al menos 29 muertos y cerca de 16 desaparecidos es el saldo hasta este jueves de las víctimas provocadas por las fuertes lluvias que afectan la provincia china de Hebei, al norte del gigante asiático. Según informan las autoridades, los servicios de emergencia continúan trabajando en el lugar buscando sobrevivientes.

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El tifón Doksuri ha dejado a su paso una estela de destrucción, como los más de 1.150 centros educativos afectados, unos 1.900 centros sanitarios y numerosa infraestructura básica. También provocó fallecimientos en la capital china, Beijing y en algunos países del área como Filipinas.

Las autoridades meteorológicas reportaron que las torrenciales lluvias se han prolongado alrededor de 144 horas, entre la mañana del 27 de julio e igual hora del 2 de agosto con un promedio de precipitaciones de 146,2 milímetros en una superficie territorial semejante a la de Uruguay, con más de 70 millones de habitantes.

Según especialistas, el fenómeno ha provocado las precipitaciones más intensas en 140 años en el noreste de China, causando así la evacuación de 850.000 personas solo en la norteña provincia de Hebei, donde las lluvias han dañado 31.970 hectáreas de cultivos, de ellas  13.150 totalmente perdidas.

Las lluvias han causado el derrumbe o el deterioro de más de 190.000 viviendas, así como el colapso de carreteras, puentes, redes eléctricas, de telecomunicaciones e hidráulicas. Funcionarios citados afirman que Hebei necesitará dos años para reconstruir la infraestructura afectada por las inundaciones.

El gobierno chino ha dedicado 520 millones de yuanes (72 millones de dólares) para socorrer a las regiones afectadas, a lo que habría que añadir 732 millones (102,3 millones de dólares) para garantizar la recuperación de la producción agrícola.

Desde 2021 y 2022, en el veranos se habían hecho frecuentes las precipitaciones inéditas por décadas en el centro del país, con más de 300 fallecidos y una pertinente sequía en las zonas del sur. Al parecer, ahora le tocó el turno a la parte norte, aunque las autoridades prometieron a los afectados que regresaran a sus casas antes del invierno.