El Gobierno de Pakistán alcanzó este viernes un acuerdo preliminar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para acceder a un préstamo por valor de 3.000 millones de dólares con el fin de hacer frente a la severa crisis económica que atraviesa el país asiático.

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Tras varios meses de negociaciones, según, el jefe de la delegación del FMI, Nathan Porter, el convenio “está aún sujeto a la aprobación del Directorio Ejecutivo del FMI" y se prevé que considere esta petición a mediados de julio.

Asimismo, el representante explicó que, desde agosto de 2022, la economía de dicha nación se ha visto sometida a “varios shocks externos”, como las catastróficas inundaciones de ese año, que impactaron la vida de millones de paquistaníes, y un aumento de los precios de los bienes básicos internacionales a causa del conflicto entre Rusia y Ucrania.

En este sentido, aseguró que "como resultado de estos shocks y algunos errores políticos, incluida la escasez de limitaciones sobre el funcionamiento del mercado de divisas, el crecimiento económico se ha estancado".

Además, precisó que la inflación, incluida de los productos básicos, es notable. Esta ascendió en mayo al 38 por ciento, el número más alto en la historia del país, dijo.

"A pesar de los esfuerzos de las autoridades para reducir las importaciones y el déficit comercial, las reservas han caído a niveles muy bajos", afirmó Porter.

Detalló que el Parlamento paquistaní ya aprobó un presupuesto "en línea con los objetivos de apoyar la sostenibilidad fiscal y movilizar los ingresos",  para el cual una aplicación "total" del programa es "clave para su éxito".

Pakistán alcanzó en 2019 un acuerdo con el FMI para un programa de ayuda de 6.500 millones de dólares. Actualmente, su reserva de divisas se ha reducido a menos de 3.000 millones de dólares por primera vez en nueve años, lo cual apenas alcanza para cubrir durante menos de un mes de importaciones controladas en esa nación.