Los docentes rumanos comenzaron esta semana una huelga general para exigir aumentos salariales mientras denunciaron que sus sueldos ni siquiera alcanzan la media nacional en medio de un contexto matizado por la creciente inflación.

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De acuerdo con medios nacionales, la huelga general moviliza a 150.000 profesores, así como entre 60.000 y 70.000 miembros del personal de apoyo de las escuelas.

Los profesores rumanos cobran alrededor de 520 euros mientras que la media nacional es de aproximadamente 800 euros, entretanto, los docentes de la enseñanza inicial reciben 480 euros mensuales.

Por su parte, el Gobierno del primer ministro, Nicolae Ciuca, intentó negociar el pasado domingo con los sindicatos en aras de evitar las movilizaciones donde propuso un subsidio de alrededor de 200 euros dos veces al año para los docentes iniciantes o los que trabajen en poblaciones desfavorecidas.

No obstante, los sindicatos rechazaron la propuesta mientras reclamaron que su salario se corresponda con la importancia social de la educación, la creciente inflación que afecta la economía de varios países europeos.

En este sentido, el residente de los Sindicatos Libres de Educación, Marius Nistor, calificó la propuesta gubernamental de “asistencia social”.

A su vez, la docente Costi Rogozeanu declaró a medios nacionales que “no me molesta que me paguen lo mismo que a un cajero de supermercado. Lo que me molesta es que ni yo ni el cajero podemos ganarnos la vida dignamente con ese salario”.