El Día Mundial contra el trabajo infantil se celebró este año con la preocupación sobre este importante asunto y el ejemplo de naciones como Cuba de un desarrollo sostenido a favor de proteger a las nuevas generaciones.

Gobiernos y entidades mundiales coincidieron en la necesidad de la protección social como derecho humano.

El camino emprendido por las autoridades cubanas, enfoca de manera acertada el precepto de considerar a los pequeños como ciudadanos de ineludible importancia, debido a ser los futuros dirigentes, profesionales y trabajadores y por tanto necesitar un desarrollo adecuado de sus potencialidades.

Informes de las Organización de Naciones Unidas (ONU) este jueves, a través de sus entidades correspondientes, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), y Organización Internacional del Trabajo (OIT), resaltan la necesidad de tener en cuenta tal problema, y enfrentarlo con ahínco.

Precisamente, países como Cuba deparan para sus niños un panorama apropiado desde la familia hasta las escuelas, recordaron autoridades.

Oportunamente, la representante en Cuba de Unicef, Begoña Arellano, inclusive reconoció que este país exhibe importantes avances en materia educativa, de salud y protección integral a menores.

Los documentos internacionales sobre el asunto señalan que la protección social permite el acceso a la educación, salud y nutrición, y desempeña un papel fundamental en la lucha contra el trabajo infantil.

Este año, dicha jornada centra la atención en el papel de la protección social para mantener a los niños alejados del trabajo infantil o retirarlos.

El año pasado, sentencian los documentos de la ONU consultados aquí, durante la III Conferencia global sobre el trabajo infantil en Brasilia, Brasil, la comunidad internacional adoptó una declaración que pone de relieve la necesidad del trabajo decente para los adultos.

También ese texto apuntó a la educación gratuita, obligatoria y de calidad para todos los niños, y la protección social, prioridades actuales.

A esos efectos calificaron medidas para introducir, mejorar y ampliar la protección social, sistemas nacionales de seguridad social, y una protección que llegue a los grupos de niños, en particular a los grupos vulnerables y pobres.

Es apropiado recordar que un estimado oficial señala a 168 millones de niños alrededor del mundo víctimas del trabajo infantil, y de esa cifra 115 millones laboran en condiciones que ponen en riesgo su integridad física.

En 2002 la OIT declaró al 12 de junio como el Día Internacional contra el Trabajo Infantil, con la finalidad de dar a conocer el problema y promover iniciativas para resolverlo.

El lema para este año sobre el particular es, Ampliemos la protección social: eliminemos el trabajo infantil.

Esos informes alertan sobre un gran número de niños en la actualidad en trabajos domésticos, remunerados o no, en hogares de terceras personas, ilegalidades que transcurren ocultas a la mirada de la sociedad, cuando recaban preocupación de los gobiernos.

Fuente: http://bit.ly/1nMxQnR