En verdad el gobernador y los líderes colonialistas, ya han perdido la poca credibilidad que les quedaba. Por eso, cada vez mas, todos los días el pueblo se expresa indignado de diversas maneras, ante tanta poca vergüenza.

Sin embargo, ese liderato colonial todavía piensa que pueden coger de tontos al país con actuaciones planificadas por sus asesores en manipulación. De ahí, el triste espectáculo mediático de supuestamente “enfrentarse” a la Odiosa Junta Imperial.

Muy poco le duró su aparente valentía al gobernador anexionista (PNP) y a los líderes legislativos colonialistas (PPD), terminando como siempre rindiéndose ante ese grupo que solo representa al capitalismo salvaje “made in USA.” Son estos personajes los que dirigen nuestros destinos hace 5 años, sin haber sido electos, mientras la Directora Ejecutiva,  Natalie Jaresko, juega el flamante papel de la verduga extranjera.

No olvidemos que fue el “demócrata liberal” Obama, quien nos impuso la dictadura de facho poco antes de retirarse. En aquel momento, algunos ingenuos, creyeron en su buena voluntad y la conveniencia de que vinieran “los americanos”, ante tanta corrupción de la partidocracia tradicional.

Pero la práctica le dio la razón a los que alertamos bien temprano sobre el tumbe que se avecinaba, pues era evidente de lo que se trataba. Ya todos sabemos que la única función de ese organismo, es asegurar que los bonistas buitres de Wall Street cobren a sobreprecio una deuda ilegítima. Por eso, no aprueban una auditoría de esas emisiones de bonos.

A estos no le preocupa que se recorten todos los servicios públicos básicos, como la salud y la educación. Su objetivo de vida es hacerse más ricos. Los guía la avaricia y el egoísmo rampante. No le importan las necesidades del pueblo de Puerto Rico.

Mientras tanto, cada paso que han dado los politiqueros del patio para engañar al pueblo, se ha ido a estrellar contra la cruda realidad colonial. Sacan pecho y los representantes del gran capital extranjero salen de su cueva y les dan un tapaboca público.

Simultáneamente, la susodicha Junta llamada eufemísticamente de “control fiscal”, se ha embolsillado sobre 100 millones de dólares en sólo cinco años, igual que los ejecutivos de la privatizadora extranjera de energía eléctrica LUMA, que van por el mismo camino en solo un año. Esto incluye sueldos extravagantes para sus ejecutivos y gastos alegres de todo tipo, por lo cual también se niegan a abrir sus libros, hasta en el Congreso de USA.

Seamos sinceros: ¿alguien en el mundo tiene todavía duda de que en Puerto Rico manda la odiosa Junta, impuesta por los criminales dueños de nuestro territorio caribeño? Todo esto ocurre en pleno siglo XXI, ante el asombro de la ONU y la comunidad internacional, que hace décadas abolieron el colonialismo y lo consideran un delito grave, contra toda la humanidad.

Esta afrenta imperial conlleva indemnizar por billones de dólares a nuestra nación invadida militarmente desde el 25 de julio del 1898. Por ejemplo, el uso gratuito de nuestro territorio para prácticas de tiro al blanco desde barcos de guerra de USA y otras potencias internacionales, durante más de 6 décadas en Culebra y Vieques solamente, equivale a miles de millones de dólares en indemnización. USA tendrá que pagar muchos billones más a Puerto Rico, como parte del proceso de descolonización.

Por otro lado, ya es evidente que el pueblo va entendiendo que hemos sido un gran negocio para USA y que los beneficios son mucho menos de lo que nos han sacado explotándonos como mercado cautivo.

Los mitos del amo bueno de USA y la imagen de los partidos coloniales como intermediarios eficientes se han derrumbado, ante la corrupción despiadada y el despilfarro de fondos.

A consecuencia de todo lo anterior, Puerto Rico ha despertado de su letargo colonial y su indignación contra la Junta Odiosa y los forajidos de LUMA, nos recuerda que unidos podemos derrotarlos.

En el verano del 2019, logramos que tuviera que renunciar el gobernador colonial Ricardo Roselló, ante la movilización masiva del pueblo. Lo próximo será seguir uniendo esfuerzos para avanzar en la descolonización y la justicia social de nuestra patria borincana.