¿Qué harías si un grupo de abusivos intentan meterse a tu casa para someter a tus hijos y esclavizarlos? Los botas “en una”.

 ¿Y si a cambio de esto, en venganza, ellos te cierran la salida principal de tu casa? ¿Cómo saldrías a la calle a buscártela? Te verías obligado a construir un huerto familiar, en donde sembrarías y cosecharías los alimentos necesarios para tus hijos y así ellos no mueran de hambre ¿verdad?

El problema es que, de todos modos, siempre necesitas más que un huerto para vivir. Entonces, haces alianza con algunos vecinos tuyos que tampoco vendieron a sus hijos y juntos empiezan a intercambiar cosechas por el techo de sus casas. Lo haces y con el tiempo logras hacer unas zanjas por la parte trasera de tu casa. Por fin consigues abrir mercado con ellos. Continúas educando y cuidando a tus hijos con lo mejor que tienes, pues, a pesar de la permanente insistencia de los abusivos, los tuyos son más importantes que todo el oro prometido a cambio de su esclavitud. Consigues entonces: libertad, igualdad y calidad de vida. 

Eso, precisamente, hizo Cuba señores.

Fidel Castro, demostró en el tiempo la esencia de su lucha. No todo fue color de rosa, hubo un tema de fondo. Es evidente que no fueron el paraíso humano para quienes habitamos este planeta. Revelarse a los poderosos les pasó factura doble, empezando por el linchamiento mediático (naciones coludidas en defensa de sus propios intereses, desinformando al público) y terminando por la golpiza económica que recibieron de parte del bloque de poder. 

Si has tenido la oportunidad de visitar Cuba, te darás cuenta que en ese país no hay niños deambulando, las calles están limpias, el transito es un ejemplo, no te asaltan, tampoco matan a los tuyos, las personas son amables no solo entre ellos, también con los animales y personas indefensas. La educación y la salud son de primera. En fin, la calidad de vida es otra cosa.

No critiques si no sabes lo que significa estar frente a países poderosos que condicionan a naciones como las nuestras con el afán de saquear, asaltar y esclavizar a nuestra gente. 

“Me dejas explotar tus tierras, me dejas contaminar, me dejas tumbar tu industria para que entre la mía con los famosos TLC, TPP, etc.  Y ¡si no! Igualito es, te cierro el mercado internacional, porque un grupo de canallas que decimos defender los derechos humanos, tenemos el control del mundo y lo único que queremos de ustedes es aprovecharnos de sus riquezas naturales, riquezas que nosotros no tenemos y entonces buscamos que ustedes nos mantengan. Si, ésta es Latinoamérica, el último pulmón del mundo y la última oportunidad para nosotros, los abusivos, de continuar a flote a costa de ustedes” (un imperialista moderno y con mucho pecho).

Nota publicada en: http://lfloresmilla.blogspot.pe/2016/11/tu-casa-es-tu-casa.html