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El régimen de Israel intenta expulsar al pueblo palestino de su territorio con ofertas racistas camufladas con promesas políticas de paz, en medio de una ocupación histórica que ha cercenado los derechos de de dicho pueblo.
Ahora sugiere ofrecer incentivos financieros a los palestinos para que abandonen su tierra, con la excusa de oportunidad para establecer el Estado palestino, reconocido por varias naciones de Europa y Suramérica.
El ministro israelí de asuntos exteriores, Avigdor Lieberman, dijo este viernes que planean dar dinero a los palestinos a fin de que dejen sus hogares en Jerusalén Este, (capital palestina) y otras zonas ocupadas por el sionismo judío bajo el alegato de establecer un Estado.
Hace días, Lieberman habló de “redibujar” las fronteras que dividen el enclave del Tel Aviv, pero manifestó la decisión de animar a los isrealíes de origen palestino a dejar sus tierras para asentarse en un Estado palestino.
El ministro ha exhortado también al presidente Mahmud Abás a animar a los habitantes de Jaffa y Acre, (localidades palestinas de tierras ocupadas por el régimen israelí en 1948) para abandonar sus tierras, e incluso proponerles crear un sistema económico.
"Aquellos palestinos que deciden que su identidad es palestina serán capaces de perder su nacionalidad israelí y trasladarse y convertirse en ciudadanos del futuro Estado palestino", escribió Lieberman en su página de Facebook.
Israel no piensa limitar la construcción de colonias judías en Jerusalén Este, así lo afirmó el ministro israelí el pasado 16 de noviembre en esa ciudad ocupada, pues para él, la construcción de asentamientos en barrios de la ciudad no debe considerarse una colonización.
“Nunca aceptaremos la definición de que construir en barrios judíos de Jerusalén es hacerlo en un asentamiento”, manifestó este domingo el ministro, junto a su homólogo alemán, Frank-Walter Steinmeier, desde Jerusalén.
El régimen desea definir a Israel como un Estado Judío, el cual fue aprobado por la Organización de Naciones Unidas y cuenta con el respaldo de las potencias occidentales, principalmente, de Estados Unidos.
La ley ha recibido el rechazo de la Liga Árabe y de los árabes israelíes, descendientes de palestinos que representan el 20 por ciento de la población en Israel, pues critican que este proyecto que institucionaliza su discriminación.
Lieberman manifestó sus planes a expensas de las numerosas críticas internacionales contra la política colonial de Tel Aviv en Palestina.
“Ciudadanos sin clase”
El proyecto de ley del régimen causó revuelo en internet, pues varios israelíes de origen palestino publicaron fotos en su página de Facebook con un ícono estampado en señal de protesta.
Loa árabes-israelíes, palestinos residentes en Tel Aviv considerados sin clase, no están de acuerdo con la idea discriminatoria de un Estado judío, debido a que son una población de aproximadamente dos millones entre los ocho millones del país, además excluye otras minorías, al proponer dejar la ciudadanía.
Califican el proyecto de racista y peligroso porque justifica la exclusión y la salida de palestinos de su territorio. Una joven de origen colocó su imagen de protesta en FB para crear conciencia sobre el veto de Israel a su persona y promover el rechazo a la noción de un Estado judío.
