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    El Sistema informático Nacional de Defunciones señaló que había una “subestimación de fallecimientos”.

En América Latina, Perú ha sido uno de los países más afectados por la pandemia, con un sistema de salud pública que se encuentra saturado.

Perú es el país con la tasa de mortalidad más alta del mundo a causa de la pandemia; con cifras de decesos que duplican las contabilizadas previamente tras una revisión de los criterios para el registro de las víctimas.

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El pasado 31 de mayo, las autoridades informaron que tenían una cifra de más de 180.000 personas fallecidas, lo cual representa el doble de las 70.000 que se habían contabilizado primero.

Dichas cifras representan un “exceso de muertes”, es decir, una medida de las personas fallecidas respecto a los años anteriores.

La presidenta del Consejo de Ministros, Violeta Bermúdez, señaló en su momento que la cifra de decesos fue revisada por un consejo de expertos peruanos e internacionales, alegando que “creemos que es nuestro deber hacer pública esta información actualizada”.

La tasa más alta del mundo

En América Latina, Perú ha sido uno de los países más afectados por la pandemia, con un sistema de salud pública que se encuentra saturado, más una crisis por la falta de tanques de oxígeno.

Las defunciones contabilizadas hasta ahora solo han sido de pacientes sintomáticos con pruebas positivas, lo cual indica que podrían ser más.

De hecho, el Sistema informático Nacional de Defunciones señaló que había una “subestimación de fallecimientos”.

En relación con el tamaño de su población, que es de 32,5 millones, Perú tiene el mayor número de decesos por la Covid-19 en el mundo. Esto equivale a 500 fallecidos por cada 100.000 habitantes.

¿Por qué Perú presenta estas cifras?

A pesar de que Perú impuso unos confinamientos muy estrictos y de forma temprana, se ha mantenido como uno de los países más perjudicados por el coronavirus en la región.

Las fronteras del país se cerraron, se impusieron toques de queda y las personas únicamente podían salir de sus hogares para comprar artículos esenciales. Sin embargo, los decesos y las infecciones siguieron en aumento.

En enero de este año procedieron con un nuevo confinamiento en la capital, Lima, así como en otras regiones, luego que una ola de infecciones llevó al colapso de los hospitales.

De acuerdo con los expertos, el sistema sanitario de Perú no estaba preparado y tenía fondos insuficientes.

Aunado a ello, en el país disponen de 1.600 camas de unidades de cuidados intensivos (UCI), pero esto es muy poco, con relación a los países vecinos. Tampoco disponen del oxígeno necesario.

Otro factor que desencadenó la tragedia en Perú fue su campaña de vacunación, la cual fue muy lenta, apenas con un 4 por ciento de la población inmunizada, una cifra que se posiciona como la última, con respecto al resto de los países latinoamericanos.

Aunque Perú ha conseguido las dosis suficientes para inmunizar a toda su población, las vacunas no han sido entregadas y las dosis aplicadas resultan insuficientes.

Asimismo, hay factores de orden social y económico que pueden explicar el porqué Perú no ha podido contener los casos de Covid-19.

A ello, debe acotarse que el 70 por ciento de la fuerza laboral en Perú trabaja en el sector informal, lo cual también supone una de las tasas más alta en la región.

Los trabajadores deben decidir si salir a laborar o quedarse en casa, sin dinero para poder sobrevivir.

Aunque el Gobierno aprobó medidas de apoyo para brindar ayuda a las personas que perdieron sus trabajos, se debe tener en cuenta que solamente un 38 por ciento de los habitantes adultos de Perú tienen una cuenta bancaria, lo cual hace que los pagos digitales sean solo una ilusión.

Los peruanos salen de sus casas, usan el transporte público y venden mercancía en sitios o mercados muy concurridos.

Un 40 por ciento de los hogares de Perú tampoco cuenta con un refrigerador. Esto significa que muchos hogares no tienen la logística o la posibilidad de abastecerse de alimentos por muchos días.

Por ello, deben salir y abastecerse con frecuencia, y acuden a estos mercados concurridos.

Desde que empezó la pandemia, los mercados de los cuales dependen los peruanos han sido catalogados como “las principales fuentes de contagio”.

Según la Encuesta Nacional de Hogares, un 11,8 por ciento de los hogares pobres en Perú viven en condiciones de hacinamiento, pues, no cuentan con viviendas dignas, lo cual les impide tener un distanciamiento social y permite que el virus se propaga con facilidad.

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