La calma se restablece en Kinshasa tras frustrado intento de golpe

En la República Democrática del Congo (RDC) las calles están tranquilas, luego del intento de golpe de Estado frustrado este domingo por el Ejército de ese país en Kinshasa, la capital.

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Este domingo un grupo de hombres fuertemente armados, entre ellos congoleños y extranjeros, asaltaron con material sofisticado las residencias del presidente congoleño, Félix Tshisekedi, y del viceprimer ministro, Vital Kamerhe.

El líder del fallido intento de golpe de Estado, Cristian Malanga, quien fue abatido en el lugar, era un ex soldado que vivió muchos años en Estados Unidos antes de presentarse a las elecciones legislativas de 2011 como miembro de la oposición.

Esta agitación se suma al actual conflicto armado en el este, donde las fuerzas congoleñas están luchando contra los rebeldes del M23 en la provincia de Kivu del Norte.

Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas (ACNUR) casi seis millones de personas han sido desplazadas en las provincias de Ituri, Kivu del Norte, Kivu del Sur y Tanganyika como resultado de la prevalente inseguridad y la violencia perpetrada por grupos armados irregulares en los últimos dos años en el país.

Diariamente las condiciones de vida de las personas desplazadas en el país congoleño se deterioran, pues, al agotarse los recursos, muchas de ellas necesitan asistencia humanitaria para satisfacer las necesidades básicas.

Por otra parte, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) realiza acciones para abordar la compleja crisis en la República Democrática del Congo, teniendo en cuanta que la cifra de personas desplazadas internamente es la mayor registrada hasta el momento.