Ante la arremetida del autodenominado grupo Estado Islámico (EI) en la ciudad de Ramadi (sureste), el primer ministro iraquí, Haider Al-Abadi ordenó este lunes al Ejército resistir y defender sus posiciones en la provincia de Al-Anbar, donde las fuerzas extremistas han generado caos.
El primer ministro iraquí ha intentado frenar el repliegue de los soldados y las Fuerzas Armadas de Irak ante la incapacidad de someter a los rebeldes sunitas en la ciudad, tomada por el EI el domingo.
Residentes de Al-Anbar dijeron a la prensa internacional que ante la amenaza de los extremistas, soldados y policías comenzaron a retirarse. Las fuerzas gubernamentales duraron dos días en combate en dirección a Ramadi (capital de la provincia), pero al percatarse de la situación el primer ministro les pide que resistan.
Las autoridades gubernamentales desmintieron un comunicado en el que el grupo extremista afirmaba que sus hombres habían “limpiado” la ciudad y tomado la octava brigada del Ejército.
El jefe de gobierno llamó a la aviación nacional y extranjera encabezada por Estados Unidos para apoyar a las tropas terrestres y continuar con los ataques en posiciones del EI.
Además alertó a los chiitas de la Movilización Popular (MP) a esperar el llamado para apoyar a las fuerzas de seguridad a fin de liberar Al-Anbar.
La milicia del MP, afecta al Gran Ayatolah Ali Al-Sistani, propinó una gran derrota al EI hace dos meses en la demarcación septentrional de Salaheddin y en Tikrit, su capital.
De hecho, las tropas leales al gobierno iraquí continúan luchando contra los "takfiristas" (terroristas islámicos sunitass) en el distrito de Qarma, situado en el extremo oeste de Al-Anbar.
Según fuentes oficiales, citadas por agencias internacionales, soldados de la 30 brigada de la MP mataron el domingo a un francotirador del EI en Qarma y más tarde hizo estallar un carro bomba que miembros del Estado Islámico querían detonar en la planta de cemento Fallujah, en el mismo distrito.
Unas 300 personas murieron entre el miércoles y pasado domingo durante los enfrentamientos entre el Ejército y el Estado Islámico en Palmira,