El Gobierno sirio informó sobre la decisión al secretario general de la ONU y al presidente del Consejo de Seguridad.
Las autoridades sirias autorizaron este jueves a las Naciones Unidas a emplear el paso fronterizo de Bab al Hawa, ubicado en el noroeste del país y limítrofe de Türkiye, para la entrega de ayuda humanitaria a millones de civiles que viven en áreas al noroeste, bajo control de grupos armados terroristas.
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El representante permanente de Siria ante la ONU, Bassam Sabbagh, señaló a través de un comunicado que informó sobre la respectiva decisión al secretario general de la ONU, António Guterres, y al presidente del Consejo de Seguridad, Vassili Nebenzia.
La medida entrará en vigor a partir de la presente jornada y se extenderá durante los próximos seis meses con el objetivo de entregar ayuda humanitaria a esa parte de la población siria, precisó el alto funcionario sirio.
I just informed SG @antonioguterres & #SC president that the Syrian Government has taken the sovereign decision to grant the @UN permission to use Bab al-Hawa crossing to deliver humanitarian aid to the Syrian people in northwest Syria for a period of 6 months as of today July 13 pic.twitter.com/qraHavxW39
— Bassam Sabbagh (@AmbSYUN) July 13, 2023
A su vez, el portavoz del secretario general, Stéphane Dujarric, declaró a medios internacionales que el organismo recibió la carta y que “la estamos estudiando” mientras apuntó que mantienen contacto habitual con Damasco.
El anuncio se produce luego de que este lunes expirara el mecanismo creado en 2014, después de que el Consejo de Seguridad no alcanzara el consenso sobre su prorrogación.
De acuerdo con la ONU, a través del paso Bab al Hawa entra el 85 por ciento de la ayuda humanitaria destinada a cuatro millones de personas, lo cual aumentó más su importancia tras los terremotos reportados el pasado mes de febrero.
Este paso es coordinado y supervisado por la ONU. A partir de los sismos está abierto a los convoyes humanitarios que llevan productos esenciales a civiles que radican en provincias como Idlib, controladas por grupos armados terroristas y no por el Gobierno sirio.
Los pasos fronterizos de Bab al Salam y Al Raee fueron reabiertos por Damasco luego de los terremotos con el objetivo de viabilizar la ayuda humanitaria, agilizar la aprobación de visados y el transporte de logística.